Desde que el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna (PP), levantara el teléfono para llamar al alcalde de Granada, Paco Cuenca (PSOE), y comunicarle su deseo de visitar la capital granadina en un plazo de dos semanas ha pasado un mes. Hasta la fecha, la esperada cita carece de día, hora y lugar. En ese tiempo, al relevo de Rafael Catalá en el cargo le ha dado tiempo de comprometerse con el presidente de Castilla y León en desatascar carreteras claves para esta región. Sobre la llegada del AVE a Burgos -cuyo proyecto ha pasado por una situación similar a la de Granada con la petición de modificado por parte de la concesionaria-, De la Serna apeló a la prudencia.

Más recientemente, hace una semana escasa, el ministro se comprometió a impulsar el soterramiento del tren en las ciudades de Bilbao y Vitoria. Fue en un encuentro celebrado en la sede del Gobierno del País Vasco con la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras donde De la Serna anunció que su departamento "desbloqueará" las soluciones técnicas al "nudo de Bergara" del tren de Alta Velocidad y mostró la conformidad de su Ministerio para acometer el soterramiento de esta infraestructura como solución técnica a la entrada del tren a Vitoria y Bilbao.

Mientras tanto en Granada se cumplen ahora dos meses desde que se celebró la última comisión de seguimiento (mesa que cuenta con destacada representación del Ministerio, instituciones y partidos políticos) del proyecto del AVE. Desde entonces, las obras de la Alta Velocidad avanzan en los 27 kilómetros negros de Loja y en la estación de Renfe en la capital. Todo ello sin haberse concretado nada todavía sobre la construcción de la variante a su paso por Loja y el soterramiento de las vías en el barrio de La Chana.

En la referida sesión de trabajo celebrada el 26 de octubre en la Subdelegación del Gobierno, el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, se comprometió a recuperar el "punto de inicio" para concretar la segunda fase en la que el Gobierno de Mariano Rajoy se ha apoyado para prometer en un futuro ambas actuaciones.

En paralelo, el descontento social aumenta conforme pasan los días. Algo que quedó demostrado la semana pasada en la reunión de la Mesa del Ferrocarril de Granada, Almería y Jaén y que, ayer mismo, quedó de manifiesto con las críticas de la plataforma social 'Granada en Marcha'.