Granada

Francesco Arcuri espera que se cumpla la ley para ver a sus hijos

  • El abogado de la expareja de Juana Rivas asegura que la principal preocupación de Arcuri es "el bienestar de sus hijos y poder reencontrarse con ellos como decretó la sentencia"

Francesco Arcuri

Francesco Arcuri / Carlos Gil

Francesco Arcuri, la expareja de Juana Rivas, la mujer que lleva ilocalizable desde que hace quince días incumplió la orden de entregar a sus dos hijos menores al padre, espera que se cumpla la ley y poder así reencontrarse con los niños como tenía que haber hecho hace dos semanas por una sentencia.

El abogado de Arcuri, Adolfo Alonso, ha explicado a Efe que la principal preocupación de la expareja de Rivas es el bienestar de sus hijos y poder reencontrarse con ellos como decretó la sentencia y ha confiado en que la restitución de los niños se produzca pronto.

Alonso ha detallado que el auto de la Sección Quinta de la Audiencia de Granada, que hoy ha desestimado el incidente excepcional de nulidad de las actuaciones que formalizó Rivas, no provoca en Arcuri una sensación de satisfacción porque trabaja con el único interés de que se "restablezca la ley y se ejecute la sentencia".

Preguntado por el recurso de amparo que han presentado hoy los representantes legales de Juana Rivas ante el Tribunal Constitucional (TC), al que han pedido la suspensión cautelar de la ejecución de la sentencia que ordena a esta madre entregar a sus hijos al padre, Alonso ha explicado que la parte paterna no podrá aportar ningún tipo de alegaciones previas.

El letrado confía en que el alto tribunal estudie la causa y reflexione sin presiones externas y ha reiterado que la preocupación de Arcuri son sus dos hijos y poder reencontrarse con ellos para que después sea un juez y en Italia, su país de residencia, quien analice la custodia de los menores.

Alonso ha explicado además a Efe que mantiene la propuesta de acuerdo que ofreció a Juana Rivas para poder resolver con prontitud la causa y que los menores puedan disfrutar de sus dos padres. EFE

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