Granada

Garzón pide al alcalde un listado de los fusilados durante el franquismo

  • El juez da los primeros pasos para elaborar un censo de desaparecidos y ver si es competente para investigar el asunto · El rector también está entre las instituciones a las que se solicita información

El juez Baltasar Garzón dio ayer un paso en firme para arrojar algo de luz sobre la memoria de los fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, tendrá que responder a su petición de un listado de los enterrados en el cementerio de San José. Tanto el Ayuntamiento como la Universidad de Granada están entre las instituciones a las que Garzón solicita información en una providencia hecha pública ayer, en la que también son requeridos el Valle de los Caídos, el Ministerio de Defensa y la Conferencia Episcopal.

El objetivo último del magistrado de la Audiencia Nacional sería elaborar un censo nacional de desaparecidos a partir del llamado "alzamiento nacional" del 18 de julio de 1936. Para ello, le ha pedido a más de una decena de instituciones que lo informen sobre los desaparecidos durante la Guerra Civil y el franquismo, y de este modo determinar si es o no competente para investigar los hechos, a raíz de las denuncias presentadas en julio por varias asociaciones de la memoria histórica. Estos colectivos solicitan la persecución penal, por delitos contra la humanidad, de los autores de las desapariciones, asesinatos, torturas y exilios forzosos que se cometieron.

El de Granada es uno de los cuatro ayuntamientos -junto con los de Córdoba, Madrid y Sevilla- de los que el juez espera recibir un listado con el nombre de las personas enterradas en las fosas comunes, así como su fecha de nacimiento y la filiación. El presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, Francisco González, aunque ve con buenos ojos la medida, se reserva sus dudas de la utilidad de la petición, al menos, en el caso del Consistorio granadino, cuya actitud suele ser en su opinión "la de mirar para otro lado" en este tema.

"Pensamos que puede servir todo lo que se haga en ese sentido porque se trata de abrir vías y cauces para la investigación y para la posterior intervención", pone por delante. Pero "se le está poniendo fácil la respuesta al alcalde", que él piensa que se limitará a decir que no tiene constancia de esos datos, "porque como todos los que hemos investigado algo en este asunto sabemos, los libros de difuntos desaparecieron con la última corporación franquista del Ayuntamiento".

González, que apuesta por preguntar antes a los investigadores e historiadores para orientar la indagación en el asunto, ve más acertado, sin embargo, la solicitud de información a la Universidad. "Se diezmó el número de catedráticos y el propio rector fue asesinado", relata. "Hay catedráticos y profesores que podrían aportar sus conocimientos. No existe un archivo de los fusilados, pero se podría elaborar", apunta González, que no obstante, hace tiempo perdió la esperanza de que un día se llegue a contar con un censo nacional de desaparecidos más o menos fiel a la realidad. "Hubo mucho terrorismo y asesinatos y no se dejó registro de nada. Se ha roto el hilo conductor de la memoria", lamenta.

Sólo en el cementerio granadino de San José se estima que descansan unos 2.500 fusilados entre la Guerra Civil y el franquismo, señala González, que calcula que la cifra se eleva a 12.500 en toda la provincia, con fosas comunes como la del Barranco de Víznar, donde puede haber otros 2.500 enterrados, y la de Órgiva, con unos 5.000. "Todo lo que contribuya a esclarecer la verdad de tanto dolor y terror, merece la pena. Con que se desentrañara un sólo caso, valdría la pena".

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