Alrededor del paro se forma siempre un debate fabuloso donde el frío acero de las cifras contrasta con una notable variedad interpretativa. Para el Gobierno, que febrero cerrase con 68.260 desempleados más en España y roce ya con las yemas de los dedos los 4,3 millones es nuevamente la mejor señal de que todo lo que venga será mejor. En el PP opinan que esta monstruosa cifra confirma "el fracaso de la reforma laboral" del pasado verano; UGT habla de una "crisis que se alarga ya en exceso", Santiago Herrero (CEA) lamenta la caída de los contratos indefinidos y Juan Rosell (CEOE) vaticina la recuperación basándose en que 2011 será "un buen año para el turismo". Andalucía tampoco despierta: 14.086 parados más que en enero, 61.000 más que hace un año y un total de 944.707.

Las mejores teorías son, por supuesto, las del Ejecutivo. La secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, recordó ayer que febrero, como enero, es un mes tradicionalmente horrible porque representa "el tránsito entre la Navidad y la Semana Santa", que es cuando el consumo, el turismo y el sector servicios se disparan. Octavio Granado, secretario de Estado para la Seguridad Social, navega aún más al detalle cuando afirma que ya en la segunda mitad del mes "se produjo una recuperación del empleo en prácticamente todos los sectores de la actividad productiva, lo que permitirá enlazar con datos positivos a partir de marzo y hasta el final de la temporada estival". Más le vale a Granado -y al Gobierno- encomendarse al optimismo, porque el gusano del gasto en prestaciones -2.691 millones en enero- resta margen a las maniobras presupuestarias.

El paro se cebó con la agricultura (+6,67% intermensual en España y +9,25% en Andalucía) y el colectivo sin empleo anterior. Las subidas fueron moderadas en el sector servicios (+1,60%), la construcción (+0,34%) y la industria (+0,71%). El impacto de las campañas agrícolas (o de su ausencia) es espectacular en el caso de Jaén, donde el desempleo se disparó en febrero un 11,40%. Sólo Huelva, entre las andaluzas, mejora los registros de enero.

La balanza hombres/mujeres no modifica demasiado la situación de empate técnico, con 38.887 paradas más (2.164.651 en total), 29.373 nuevos parados (2.134.612) y una triste constatación marginal: la brecha salarial en el ámbito directivo, que pasó del 17% de 2009 al 12% actual, halla su justificación no en un incremento retributivo femenino sino en el descenso de ingresos masculino, según un estudio de la escuela de negocios Esade.

Para radiografiar los datos de la contratación, el Gobierno recurrió a una doble lectura: la de febrero, que es pésima porque alerta de un descenso en el montante global del 1,6% y también de los indefinidos (94.636 del millón largo firmado durante el mes) respecto a enero; y la del acumulado enero-febrero, que arroja un extra de 48.982 contratos respecto al mismo periodo de 2010 y un alza de la contratación indefinida (+1.290). Incluso en situaciones límite puede verse la botella medio llena.