Ni brotes verdes, por mucho que se empeñen algunos, ni luz al final del túnel. El año 2009 ha finalizado sin que la crisis haya mostrado claros signos de que toca a su fin. Vale que durante los últimos dos meses el crecimiento del paro ha comenzado a moderarse, pero sería temerario suponer que lo peor ha pasado. Sobre todo cuando Granada ha cerrado el año con el máximo histórico de parados de su historia. Según la información publicada por el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem), la provincia contaba a finales de diciembre con 84.307 desempleados. Nunca antes se había alcanzado un cifra tan desconsoladora. Ni siquiera en 1996 -que, hasta la llegada de la actual crisis, fue el peor año para el mercado de trabajo de la serie histórica del Inem-, cuando Granada alcanzó los 58.296 desempleados.

En los últimos doce meses, la crisis ha mandado al paro a más de 14.513 nuevos trabajadores que han elevado la cifra total de desempleados un 20,8%. Y, si sólo fuera eso, la situación no sería tan grave. Pero el caso es que este espectacular aumento del desempleo viene precedido de otro aún peor, ya que 2008 terminó con 69.794 desempleados, 22.484 más que el año anterior. Así que el balance de la crisis es demoledor. Entre 2008 y 2009 se han destruido en Granada 36.997 puestos de trabajo, elevando las cifras de paro un 78,2% y convirtiendo a Granada en la tercera provincia andaluza, por detrás de Almería y Málaga, donde más se ha agudizado el problema del paro.

Pese a todo y puestos a buscar algún aspecto positivo en la tragedia del desempleo, los datos de diciembre han confirmado la desaceleración del crecimiento del paro que comenzó el pasado mes de noviembre. Durante dos meses consecutivos, el incremento del número de desempleados no ha alcanzado el 1%, situándose en un 0,03% en noviembre y un 0,26% en el último mes del año. Este matiz fue uno de los destacados ayer por la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, que, sin embargo, expresó su preocupación por el hecho de que en diciembre, un mes tradicionalmente positivo para el mercado laboral, haya vuelto a repuntar considerablemente el paro en el sector de la construcción. "Sin duda se ha notado la finalización de las obras del PlanE en la construcción (donde sólo en diciembre se han destruido 1.472 puestos de trabajo), mientras que la creación de empleo en los servicios es claramente insuficiente, dada la época navideña y la campaña de rebajas, a punto de comenzar", aseguró Martínez.

El balance sectorial, como apuntó la secretaria general de UGT, no escapa tampoco a los números rojos. Aunque en diciembre sólo la construcción ha destruido empleo, mientras que la agricultura, la industria y los servicios han registrado descensos del número de parados más o menos considerables respecto al mes anterior (536 parados menos en el campo, 19 en la industria y 552 en los servicios), el balance anual no es ni mucho menos parecido.

A excepción del sector agrario, que ha cerrado el año con sólo 7 parados más que el año anterior, el resto de las ramas de actividad han soportado durante 2009 incrementos del desempleo superiores al 20%. Así, l os 6.725 parados de la industria arrojan un crecimiento del 26,8% respecto a 2008; los 22.842 de la construcción suponen un aumento del 36,1%; y los 44.485 del sector servicios apuntan a una subida del 21,2%.

"Cerramos este año negro de pérdida de empleo con datos nuevamente negativos", señaló, por su parte, el secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, que reclamó "medidas concretas para mantener el empleo existente y evitar la continua destrucción de puestos de trabajo", así como "una apuesta por la estabilidad laboral que se traduzca en el aumento de la contratación indefinida por parte de los empresarios".

El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, recordó que la única forma de "mejorar las estadísticas en 2010" es la puesta en marcha de planes de apoyo directo a las empresas granadinas, "que son las únicas capaces de remontar las cifras negativas del paro" que, en la actualidad, "representan un escenario inadmisible para la provincia, para su economía y para el tejido productivo".