Granada

Cinco décadas de crecimiento demográfico en Granada, amenazadas por el Covid

  • La provincia experimenta una clara recesión desde hace una década y la pandemia pone en riesgo los tímidos avances

  • Pierde notablemente en la comparativa con la vecina Málaga

Cinco décadas de crecimiento demográfico en Granada, amenazadas por el Covid

Cinco décadas de crecimiento demográfico en Granada, amenazadas por el Covid / Archivo

Granada mantiene su tendencia demográfica en una curva positiva que amenaza con doblarse hacia abajo. Aunque el Covid ha ralentizado el aumento anual de empadronamientos, la provincia mantiene su posición dentro de las grandes urbes andaluzas, lejos aún de alcanzar el atractivo como opción para vivir de otras provincias como Málaga.

En 1971 la provincia de Granada tenía 741.618 habitantes mientras que las últimas cifras ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al segundo semestre de julio del año pasado, elevan el número de habitantes hasta los 925.831. Las cifras ofrecidas por el INE permiten conocer las variaciones residenciales en el territorio nacional, posibilitando la comparación de altas y bajas para analizar los flujos internos y externos de las distintas regiones del país.

Tras el inicio de la segunda década de siglo el crecimiento ha sido continuo, pero con una tendencia mucho menos abrupta, pasando a ser la media anual de crecimiento a mil habitantes, incluyendo algún descenso anual por el camino. Es decir, en la primera década de siglo, la población aumentó más de cien mil habitantes, mientras que la segunda tan sólo aumentó diez mil, lo que muestra un estancamiento del desarrollo de la ciudad claro, debido posiblemente a la crisis económica. Aún así, Granada tiene el cuarto mejor dato de Andalucía al respecto. Almería, Sevilla y Málaga han experimentado un ascenso mucho más pronunciado en el último curso.

Atendiendo al número de habitantes, la provincia de Granada se encuentra, o se encontraba, en un claro momento de recuperación. Así lo indican las cifras de los últimos cinco años, moderadamente esperanzadoras. En 2015, aún con heridas abiertas en la economía por la crisis, la población de Granada era de 919.139 habitantes. El curso siguiente fue clave, pues perdió de golpe 1.645 ciudadanos. Al año siguiente el sangrado continuó con la pérdida de 455 empadronados. Este valle demográfico se prolongó hasta 2019. En este curso, la provincia logró reponerse ascendiendo la población hasta los 925.831 habitantes, un incremento de 6.131 censados en un año.

Los futuros informes determinarán el impacto que pueda haber tenido la pandemia sobre esta significativa curva ascendente que demostraba las lindes de la recuperación económica. El mayor crecimiento experimentado por la provincia se produjo de 1999 al 2010 y coincide con el boom del ladrillo de la posterior burbuja inmobiliaria, periodo en el que la población granadina aumentaba de media en diez mil habitantes al año, por lo que, con una perspectiva histórica, el crecimiento es positivo, pero moderado.

El espejo de Granada siempre es la provincia vecina más grande, Málaga, que actualmente cuenta con una población de 1.685.874 personas. La provincia vecina alcanzó el significativo millón de habitantes en 1980, una ventaja de décadas sobre Granada difícilmente salvable, al menos al corto plazo. La comparativa se hace complicada teniendo en cuenta los diferentes contextos en los que Málaga alcanzó el millón de habitantes, en pleno desarrollismo posfranquista, mientras que Granada afronta ahora la mayor crisis sanitaria reciente. Para tener una perspectiva del crecimiento necesario para alcanzar esas cifras, Málaga creció una media de 16.000 habitantes anualmente en los cinco años previos al millón. Curiosamente, la provincia cerró 2020 con un saldo positivo de 16.757 personas, el cuarto más elevado de toda España.

La migración dentro de territorio español hacia Granada rompe la racha de tres años consecutivos de recuperación. El saldo de 2016 indica que abandonaron Granada 903 personas más de las que llegaron desde otros puntos del país.

En 2019 el saldo de migración interior fue positivo, llegaron 5 personas más desde distintos puntos de España respecto a los que se fueron, pero durante el año pasado el saldo vuelve a ser negativo en 38 habitantes. Todo parece indicar que la pandemia es la principal culpable de que la tendencia que indicaba recuperación de atractivo para la ciudad dentro de la población española experimente un nuevo descenso.

Mientras tanto, 3.639 personas abandonaron Granada para marcharse a otras provincias españolas. Del total se han empadronado 562 en Málaga, 433 en Almería y 431 en Madrid, casualmente las mismas provincias desde las que llegan más nuevos empadronados a Granada, conformando prácticamente un intercambio de habitantes.

Por último, Granada atrajo en el primer trimestre de 2020 a prácticamente el mismo número de personas desde el extranjero respecto al año pasado, un total de 3.390, mayoritariamente desde África, 1.006 y de sudamérica, 931, siendo Colombia el país que más empadronados aportó, 331. Desde Granada se marcharon un total 1.527 personas al extranjero.

Sorprendentemente, el 25% de la población de la provincia de Granada se concentra en la capital, un dato curioso puesto que a principios de siglo la capital aportaba el 30% de los habitantes de Granada. Dos décadas después, el éxodo rural no se refleja en las estadísticas. En la actualidad, los municipios que más ciudadanos tienen censados son Almuñécar (25.927), Armilla (24.340), Las Gabías (21.543), Baza (20.430), Albolote (18.962) y Guadix (18.436).

El Covid y los respectivos confinamientos perimetrales, el miedo o la consecuente recesión económica han hecho disminuir la tendencia positiva de la demografía granadina, que en sí no era especialmente pronunciada, pero que se mantenía con el paso del tiempo a la espera de nuevas oportunidades que relanzaran la ciudad.

La pandemia ha afectado por igual al resto de provincias, por ello la demografía española no muestra que Granada haya sufrido en especial los efectos de la pandemia, pero sí que está claro que han repercutido negativamente. En los próximos meses, el INE lanzará los datos del primer semestre de este año y la fotografía demográfica de la pandemia quedará completada.

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