A finales de 2010, cuando las cifras del paro en la provincia registraron dos meses consecutivos de descensos, hay quien quiso ver el inicio de la recuperación de uno de los mercados laborales más maltrechos de todo el territorio nacional. Sin embargo, llegó el mes de enero y, con él, un nuevo incremento del paro de 2.783 personas. Y los datos de febrero no han hecho más que confirmar que, lejos de recuperarse, Granada ha regresado a la senda de destrucción de empleo que la ha marcado durante los tres últimos años. Según la información publicada por el Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem), durante el segundo mes del años las listas del paro de la provincia han sumado 943 nuevos desempleados, que suponen un incremento del 1,02% respecto a enero.

En total, ya son 92.995 los trabajadores granadinos que reclaman un puesto de trabajo a través de los servicios públicos. Y, aunque esta cifra todavía está algo alejada del máximo histórico alcanzado en octubre de 2010 -cuando el paro afectaba a 93.216 granadinos-, el balance interanual muestra claramente que pocas valoraciones positivas pueden hacerse de la situación. Desde febrero del año pasado el paro ha aumentado un 6,1% (5.353 personas más), al pasar de los 87.642 desempleados de 2010 a los 92.995 de la actualidad. Claro que, para comprender el verdadero alcance de esta crisis económica en el mercado de trabajo, merece la pena echar la vista un poco más atrás. En los últimos tres años, desde febrero de 2008, se han sumado a las colas del paro 43.049 granadinos, incrementando el número de desempleados un 86,2%.

Aunque todos los sectores han sumado nuevos desempleados durante el mes de febrero, el incremento más notable se ha producido en el sector agrario, donde el paro ha aumentado en 343 personas. El colectivo sin empleo anterior -aquellas personas que se incorporan por primera vez al mercado laboral- también ha experimentado un importante aumento, de 242 personas; mientras que la construcción ha sumado 173 desempleados; el sector servicios 107; y la industria, 78.

El secretario general de CCOO de Granada, Ricardo Flores, explicó que el hecho de que la mayoría de los nuevos desempleados proceda del sector agrícola se debe, sobre todo, "al final de la campaña de la aceituna". Pero este hecho coyuntural no justifica que el mercado de trabajo granadino siga sin ser capaz de reducir el desempleo. Flores apuntó que en la provincia "ni se crea empleo ni se genera actividad económica". Así que el líder sindical apuntó a la necesidad de "corregir multitud de aspectos de la reforma laboral" y añadió que lo que le hace falta a la economía granadina "es una reforma financiera y fiscal que permita que el crédito fluya de los bancos a los ciudadanos y a las pymes".

En una línea similar se manifestó ayer el presidente de la Confederación Granadina de Empresarios (CGE), Gerardo Cuerva, que mostró su preocupación por unas cifras inadmisibles. "Aunque la subida no sea tan alta como la de otros meses, no debemos bajar la guardia porque la cruda realidad se impone: hay 5.353 parados más que hace un año", señaló Cuerva, que matizó que esta es una situación derivada "sin duda del obligado cierre de empresas y los recortes a los que se ven empujados los empresarios por falta de apoyo institucional".

Por su parte, la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, no quiso dejar pasar la oportunidad de hacer hincapié en el vital "cambio de modelo productivo", en el que se potencie el sector industrial y la creación de empleo de calidad. "La economía granadina no puede seguir dependiendo exclusivamente de los servicios y la construcción". Aún así, Martínez valoró como "fundamentales" las medidas adoptadas en el Acuerdo Social y Económico, especialmente en lo que se refiere a las medidas urgentes para promover la transición al empleo estable y la recualificación profesional de las personas desempleadas.