calidad del aire en Granada

Granada, en un estudio mundial sobre el vínculo entre muertes y contaminación

  • La investigación analiza la presencia de partículas en 652 ciudades de todo el mundo

Imagen de la boina sobre la ciudad de Granada.

Imagen de la boina sobre la ciudad de Granada. / Carlos Gil

Granada –que junto con su corona metropolitana figuró en el informe anual del Ministerio para la Transición Ecológica como uno de los puntos negros a nivel nacional por superar los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2)– forma parte del estudio internacional que analiza la relación entre la contaminación ambiental y la mortalidad a nivel mundial.

En total, la investigación, cuyos resultados se publicaron el pasado mes de agosto en el The New England Journal of Medicine, analiza la presencia de partículas que pueden ser inhaladas, tanto de diez micras o menos (PM10) como de 2,5 micras o menos (PM2,5), en 652 ciudades repartidas en 24 países o regiones.

Concluye, tras analizar los datos recopilados en las estaciones repartidas por todo el mundo, que los datos asientan la “evidencia” de que existe una relación entre la mortalidad y las concentraciones de partículas. Este resultado ya había sido determinado por otros estudios realizados a nivel local o nacional.

En el caso de Granada, la ciudad participa con la aportación de sus datos de PM10. Se establece, según la información que aparece en el mapa interactivo que acompaña a la publicación, que en cada metro cúbico hay 36,68 microgramos de PM10. El dato resulta similar al del resto de ciudades andaluzas que participan en el informe –como Jaén, con 38,64 microgramos por metro cúbico– pero está a años luz de los registros que se ofrecen en otros puntos, como en la ciudad china de Hetian, con 295,07 microgramos por metro cúbico.

Los resultados del estudio determinan que un incremento de 10 microgramos por metro cúbico en partículas de menos de diez micras se asocia con un incremento del 0,44% de las muertes diarias, un 0,36% más de la tasa de mortalidad de enfermos con patologías cardiovasculares y de un 0,47% más en los decesos diarios relacionados con problemas respiratorias.

Los efectos adversos de la exposición a la contaminación ambiental están “bien documentados”, se indica en el informe. Sin embargo, esta investigación aborda la situación desde un punto de vista global.

Los datos de mortalidad se recogieron a partir de las autoridades locales de cada una de las ciudades participantes. Los datos relacionados con las PM10 se obtuvieron diariamente en 598 ciudades, mientras que 499 participaron en la recopilación de datos de PM2,5. También se analizó información sobre gases contaminantes en las ciudades en las que fue posible esa medición así como de temperatura y humedad. Como ya se ha mencionado, existen informes que evidencian la influencia de la contaminación en la salud. En Andalucía, el Plan de Mejora de la Calidad del Aire en la Aglomeración de Granada y Área Metropolitana fue elaborado por la entonces Consejería de Medio Ambiente, publicado en 2014 y, de forma sucesiva, se elaboró un informe sobre las consecuencias para la salud de ese plan.

Entre las conclusiones del informe se destaca que “existe la posibilidad” de que los niveles de dióxido de nitrógeno alcanzados en algunas zonas “provoquen efectos sobre el sistema respiratorio, principalmente en la población infantil”.

Como segunda conclusión, establece que “los niveles de partículas existentes –con datos recogidos entre 2003 y 2010– en Granada pueden constituir un riesgo para la salud de la población”. El informe tasa incluso el posible incremento en la esperanza de vida que puede suponer una “reducción de la exposición” a partículas (PM2,5). “En el caso de las ciudades andaluzas incluidas en el estudio, se estima una ganancia en la esperanza de vida de 10,2 meses en Sevilla, 9,3 en Granada y 2,2 meses en Málaga”, concluye el texto.

No sólo se viviría más. “La reducción de la concentración de partículas a los niveles que figuran como objetivo del Plan de Mejora [...] implicaría reducción en casos de enfermedades cardiovasculares de entre un 4,1% y un 9% y de casos de enfermedades pulmonares de entre un 6,2% y un 13,8%”. El mismo documento –que aborda los efectos sobre la salud asociados al Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Granada y fue elaborado por la Secretaría General de Salud Pública y Participación de la Consejería de Salud de la Junta– señala que los “niveles de cromo existentes en la zona podrían suponer un exceso de riesgo de cáncer de entre cuatro y cinco casos evitables de cáncer por cada 10.000 habitantes”. Además, la mejora de los “niveles de partículas” hasta alcanzar los topes marcados por la legislación autonómica “puede suponer una reducción de hasta 16 casos por cada 100.000 habitantes”.

En cuanto al benceno, se indica que “en el área de influencia de la estación Granada Norte” puede suponer “un exceso de riesgo de cáncer ligeramente superior a un caso entre 100.000 habitantes”. Según el informe anual del Ministerio para la Transición Ecológica “el NO2 –el contaminante que coloca a Granada entre los puntos negros a nivel nacional– ha sido relacionado con el riesgo de sufrir mortalidad prematura (general y por causas cardiovasculares y respiratorias), impactos sobre el nacimiento (partos prematuros, bajo peso de nacimiento y otras complicaciones) y alteraciones del desarrollo cognitivo y función pulmonar deficiente”.

El Ministerio para la Transición Ecológica atribuye 3.300 muertes en España al año por exposición a dióxido de nitrógeno. Además, el informe señala que “un relevante estudio de cohortes realizado en Granada encontró correlación entre el desarrollo cognitivo y la exposición a aire contaminado por NO2”.

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