Granada

Granada se ilusiona con los Reyes Magos

  • Las calles de Granada se llenaron de niños y mayores que disfrutaron con el paso de la cabalgata antes de irse a dormir

"¡Aquí Melchor, echa caramelos!, ¡Pero más fuerte, por favor!, gritaba hasta desgañitarse Alfonso, un granadino de tres años y medio que encarnó anoche la ilusión de los niños al ver a los Reyes Magos desfilar ante sus ojos.

Junto a él, miles de hijos, nietos, sobrinos y primos de toda la ciudad se encaramaban a los escalones, rejas, vallas y espaldas familiares para no perder detalle del real desfile. "Llevamos aquí desde la 16.30 horas", aseguraba Paqui Ramírez, una madre que sostenía sobre un escalón a su hijo a hombros; unos privilegiados teniendo en cuenta la afluencia masiva de familias al evento.

Las calles del recorrido y las vías aledañas estaban saturadas de granadinos, hasta tal punto que en ocasiones era complicado agacharse en busca de los caramelos, aunque hay especialistas en el arte de la dulce colecta. Ayer había 18.000 kilos de caramelos para recoger. "El truco para coger más es que cuando los tiran hay que mirar para abajo y no para arriba", argumenta Alfonso. Quizá fue esta técnica la usada por Jesús, un niño de ocho años. "Lo que sí he cogido son muchos caramelos", cuenta este niño enseñando orgulloso los sobresalientes bolsillos.

Sin embargo, son las mismas aglomeraciones las que fomentan el trabajo en equipo de las familias. "El papi tiene el brazo roto de coger a la niña, mientras la mami se encargaba de conseguir caramelos", bromea Alejandro Cabrera.

Pese a los probables dolores musculares, los mayores estaban casi tan encantados con el desfile, al ver a sus hijos con las bocas abiertas y los ojos vidriosos. "Se vive con mucha ilusión por parte de todos", comentaba Paqui. Además, la vitalidad que derrocharon los niños ayer ayudará a que los pequeños se vayan a la cama pronto y los Reyes Magos puedan dejar pronto los regalos, que son de los más dispar. Lucía (de cinco años) pidió un muñeco y ropita para él; Carmen (de tres), un bebé con chupete; y Alfonso, una moto roja con llave y gasolina, para que no haya confusiones. Con la cara de angelitos que tenían todos ayer seguro que todos están ya jugando con los juguetes.

Ahora habrá que esperar un año entero para volver a ver a Sus Majestades y a las carrozas por el centro de la ciudad. En esta edición, la cabalgata salió puntual a las 18.30 horas del centro cultural Gran Capitán y consiguió culminar su recorrido en la Plaza del Carmen pasadas las 21.30 horas.

En este punto, los tres Reyes Magos abandonaron sus festivos tronos para ser recibidos por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, quien les invitó al balcón del edificio consistorial. Desde allí, Melchor aseguró que los niños de Granada han sido más buenos que el pasado año; Gaspar pidió subir a Primera; y Baltasar, que Granada sea una de las ciudades más bellas del mundo.

Quien no pudo completar su actuación fue Baby, el elefante que encabezaba la comitiva, pues el pánico escénico le supero y los nervios le obligaron a sus cuidadores a retirarlo del itinerario, para evitar cualquier incidente.

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