Granada ha esquivado por el momento a la gripe. Ha girado la esquina en un momento en el que históricamente este virus ha gobernado cientos de cuerpos granadinos. El frío es su principal aliado y esta ciudad acaba de comenzar su relación con su típico invierno crudo.

Las bajas temperaturas llevan a penas dos días instaladas en Granada y se quedarán durante, al menos, una semana más. Con el mercurio rozando los 0 grados, esta ciudad se despierta cubierta de escarcha y con el frío, el virus de la gripe se hace fuerte.

Aunque según Salud la incidencia de gripe en Granada es por el momento casi testimonial, la venta de antigripales en las farmacias está viviendo un suma y sigue durante esta semana.

“En estos días y especialmente desde que tenemos estos fríos, lógicamente la gente sufre más catarros y muchos más procesos gripales, que son un poco más fuertes”, explica Manuel Albendín, farmacéutico de la farmacia Ganivet.

Desde final de diciembre y especialmente en estos primeros días de enero, el cajón donde guardan las cajas de “los clásicos” como Frenadol, Ilvico o Bisolgrip está notablemente más vacío.

Estos antigripales, que no necesitan receta para ser dispensados –a diferencia de otros como Algidol, que contiene codeína y que sí necesita prescripción– combaten los síntomas de la gripe, aunque no la cura.

Hay que recordar que el pasado año por estas fechas Granada vivía una epidemia de gripe, con cerca de 200 casos por cada 100.000 habitantes. Situación que llegó a colapsar por momentos las Urgencias.

“Por ahora no está habiendo aumento de la incidencia de consultas por gripe”, relata Francisco Guerrero, médico de familia del Distrito Sanitario.

Aún es pronto porque todavía “no se están dando las condiciones meteorológicas para que aparezca la epidemia de gripe” y es una situación, subraya, que se está extendida en casi todas las provincias de España.

Las principales causas de que aflore este virus son las condiciones ambientales. Otro factor clave es la transmisión del mismo: si aún no hay contagios, se hace mucho más difícil que el virus se extienda y acaba por morir.

Y es que la gripe es altamente contagiosa. “Su transmisión es muy fácil, se produce a través de las gotitas que soltamos por la tos, que se quedan en suspensión”.

Por eso, Guerrero insiste mucho en “las medidas de protección e higiene cuando uno tiene gripe”. Así, el doctor recomienda que al toser –especialmente en sitios públicos– se tape la boca y si puede ser, se haga con un pañuelo y no con la mano. “Por eso tenemos picos epidémicos, porque de un paciente con gripe se puede contagiar a muchas personas”.

Ante la subida de las ventas de los antigripales, el médico explica que los síntomas son rápidos: “estás bien y en pocas horas te encuentras con fiebre, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones, malestar general, tos seca o vómitos y diarrea”.

El virus no es grave, es “benigno”, aunque hay pacientes que pueden ser más susceptibles a tener complicaciones como niños, personas mayores o enfermos. “Se cura normalmente entre 7 y 10 días y el tratamiento es sintomático: antitérmicos para la fiebre, analgésicos y reposo en domicilio” –esto último sobre todo para evitar contagios–.