Así se llame Rafael Catalá o Íñigo de la Serna quien esté al frente del Ministerio de Fomento, Granada lo tiene claro. Porque sus reivindicaciones respecto al AVE no han variado ni un ápice y se resumen en tres puntos: Madrid tiene que tomar medidas para acabar con el aislamiento ferroviario, hay que reactivar las obras por la variante de Loja y debe haber garantías para que se produzca el soterramiento del AVE.

Conviene recordarlo por si al ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se le ha olvidado que se había comprometido a visitar Granada en la primera quincena de diciembre para escuchar las preocupaciones de la ciudad que giran, principalmente, en torno a un aislamiento ferroviario que se prolonga ya durante más de 600 días.

Ayer, el portavoz del equipo de gobierno, Baldomero Oliver, pidió el apoyo y el consenso de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, así como de los integrantes de la mesa por el ferrocarril para, juntos, coordinarse y determinar qué acciones conjuntas se pueden llevar a cabo para poner remedio a este ninguneo.

A finales del pasado mes de noviembre el alcalde de la ciudad, Paco Cuenca, mantuvo una conversación telefónica con el ministro de Fomento en la que éste último se comprometía a venir a Granada en unas semanas para escuchar de primera mano las inquietudes de los granadinos.

Las últimas noticias que tuvo Granada sobre el AVE se produjeron a mediados de octubre, cuando el entonces ministro en funciones de Fomento, Rafael Catalá, anunció en una visita a la ciudad una nueva fecha para la llegada de la Alta Velocidad: otoño de 2017. Pero no hubo ni palabra de la variante en Loja ni del soterramiento de las vías en el barrio de La Chana. "Dos temas que están ahí y que son muy importantes para el conjunto de la sociedad granadina y también para Fomento", advirtió Catalá en una declaración en la que Granada vio cierto cinismo.

"Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que el ministro nos preste atención", dijo Oliver, máxime teniendo en cuenta que el nuevo titular de Fomento viene del ámbito del municipalismo. "Con esta actitud el ministro tiene una posición complicada de explicar", añadió Oliver.