Cirujanos implantan un desfibrilador inalámbrico

"Alejandro hace vida normal, su corazón se ha adaptado sin problema"

  • Una operación pionera, realizada en el Hospital Virgen de las Nieves, ha permitido que un niño de cinco años sobreviva gracias a un desfibrilador inalámbrico

Implantan por primera vez un desfibrilador sin cable a niño de 5 años

"Papá no veo". Estas fueron las últimas palabras que Alejandro, un niño de tan solo cinco años, pronunció de camino al colegio de Zújar el pasado 25 de abril. Después perdió el conocimiento y entró en parada cardiorespiratoria. Por entonces nadie lo sabía, pero la vida del pequeño iba a cambiar para siempre.

Un mes y medio después de aquel episodio, Alejandro apareció en la boda de su tía con un corazón curado -gracias a un desfibrilador que, instalado en su tórax, evitará que vuelva a sufrir otra parada cardiaca- y con ganas de montar en bicicleta, aunque para eso aún tendrá que esperar unos días más.

Se trata de un nuevo hito en la sanidad pública, un sistema de excelencia que no para de innovar"Susana DíazPresidenta de la Junta

Cuando un corazón falla, una cadena humana y médica es la encargada de que todo vuelva a funcionar, tal y como se ha comprobado con Alejandro, al que se le ha instalado un desfibrilador subcutáneo sin cables. Este es el primer caso en España en el que se ha alojado este tipo de dispositivo, normalmente ideado para adultos, en un niño de menos de 20 kilos de peso, algo que suponía una dificultad añadida en el proceso. Pero hasta llegar a cómo y porqué se realizó esta intervención quirúrgica, hay que remontarse al episodio que ocurrió aquel 25 de abril que nunca olvidarán.

Maqueta a escala de un corazón. Maqueta a escala de un corazón.

Maqueta a escala de un corazón.

Alejandro llegó en parada cardiorespiratoria al centro de salud de Zújar, donde los profesionales médicos y de enfermería del centro y el equipo móvil de Urgencias consiguieron estabilizarlo. Después fue trasladado al Hospital Público Comarcal de Baza, donde se le hicieron las primeras pruebas y se decidió ingresarlo en el Hospital Virgen de las Nieves de la capital, donde ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos del Materno.

Al pequeño se le diagnosticó un tumor benigno en el corazón, concretamente un fibroma de algo más de 5 centímetros en el muro que separa el ventrículo derecho del izquierdo. El tumor comprimía las cavidades cardíacas, sobre todo la derecha, rozando la arteria principal por la que la sangre nutre al corazón. Esto ponía en riesgo la vida de Alejandro con la aparición de arritmias graves que podían provocar más ataques cardiacos.

Tras estudiar su caso, el equipo de Cirugía Cardíaca Infantil decidió intervenir al pequeño con una novedosa técnica que permitió eliminar el 80% del tumor.

Pese a la primera intervención aún seguía existiendo el riesgo de que se produjera una nueva parada cardíaca. Por ello, el equipo médico tuvo que valorar la implantación de un desfibrilador en el pequeño, lo que resultaba arriesgado debido a la complejidad del procedimiento, al poco peso de Alejandro -19,5 kilos- y al hecho de ya haber sido operado anteriormente por el tumor cardíaco y de haber sufrido una parada cardiorespitaroria.

Así, decidieron implantarle un desfibrilador subcutáneo e inalámbrico para adultos que no llevara cables ni ningún otro componente dentro del corazón, para evitar un riesgo futuro de trombos o infecciones graves.

Alejandro no se bajo del regazo de su padre durante la rueda de prensa. Alejandro no se bajo del regazo de su padre durante la rueda de prensa.

Alejandro no se bajo del regazo de su padre durante la rueda de prensa.

En una segunda intervención, el aparato se introdujo en la zona de los músculos dorsales del tórax, de forma que este se adapta a la anatomía del pequeño en su costado izquierdo sin problemas de rechazo o expulsión.

Tras ello, Alejandro recibió el alta hospitalaria el pasado 8 de junio, un día antes de la boda de su tía, a la que pudo acudir con total normalidad y en la que recibió "regalos de sus familiares como una videoconsola o una bicicleta nueva", tal y como el pequeño desveló ayer con algo de vergüenza ante los medios de comunicación presentes en el Hospital.

El padre del pequeño, José María, quiso agradecer el esfuerzo y trabajo a los diferentes equipos médicos de la capital y la norte de la provincia que trataron desde el primer momento a su hijo y aseguró, con el pequeño en brazos, que en la sanidad pública "hay muy buenos profesionales". "Él hace vida normal, aunque está un poco limitado por los puntos de la última operación. El juega, corre, salta, duerme y se ha adaptado sin problema al desfibrilador", aseguró el padre.

El doctor José Manuel Garrido además de contar como fue el proceso, agradeció la labor de los médicos de atención primaria que ayudaron a Alejandro en los primeros momentos difíciles. "La medicina debe tener actos consecutivos y coordinados, y cualquier fallo en la cadena hubiera hecho que hoy no estuviéramos aquí", indicó el sanitario.

Garrido destacó la importancia de esta cirugía y comentó que "posiblemente en Europa no se haya hecho nada igual". Además, confirmó que todo el proceso hasta la recuperación del pequeño será publicado en revistas científicas y de salud para dar ejemplo y que los profesionales tengan presente otra forma más de hacer estas operaciones.

La gerente del Sistema Andaluz de Salud de la Junta de Andalucía, Francisca Antón, felicitó a toda la sanidad pública andaluza por la efectividad en casos como este y aseguró sentirse orgullosa del equipo de profesionales que trabajan en ella cada día.

Incluso la presidenta de la Junta andaluza, Susana Díaz, dedicó ayer unas palabras de agradecimiento en su perfil oficial de Twitter para los profesionales del hospital granadino, y calificó la operación realizada a Alejandro como "un nuevo hito de nuestra sanidad pública de Andalucía, un sistema de excelencia que no para de innovar".

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