Granada

Innovación culinaria con toques vintage

la botillería

Lo que empezó como una broma, como un chascarrillo entre tres amigos dedicados en cuerpo y alma a la hostelería, ha terminado siendo un proyecto sólido y una de las ofertas gastronómicas más sorprendentes del centro de la ciudad. La Botillería, el resultado de toda la sabiduría hostelera de Jesús González, Sergio Lara y Alfredo Cervilla -procedentes de La Tana, Poetas Andaluces y una distribuidora de vino- ha sabido unir como nunca lo tradicional y lo innovador.

La solera no se la dan los años -abrió sus puertas en febrero de 2013-, sino una decoración cálida y con un toque vintage, en la que 'mandan' el suelo de cerámica verde oliva, la madera y las antigüedades que embelesan a los clientes. Y la innovación viene, fundamentalmente, de su cocina, que funde la tradición mediterránea con otra forma de ver las cosas. Porque elaborar las alcachofas rebozadas con polvo de kikos no es la opción fácil, ni la más habitual, pero funciona.

Esa fusión entre lo tradicional y la modernidad no sería nada, en realidad, sin el gran equipo de La Botillería, liderado por Marta Bajo, la encargada y cara visible de este restaurante, bar, cafetería y coctelería que, en apenas un año y cinco meses, se ha ganado una clientela fija y, sobre todo, fiel. "Se supone que el primer año es el más duro y hemos conseguido tener nuestros clientes fijos, no sólo gente de paso", indica Marta, que asegura que La Botillería también funciona muy bien con los extranjeros. Tanto, de hecho, que han tenido que adelantar el horario de cocina para atender a los turistas que se dejan caer por allí con regularidad.

La encargada de La Botillería reconoce que al establecimiento le ha ayudado mucho el lugar en el que se ubica -en la calle Varela, en pleno barrio del Realejo-, pero también la decisión estratégica de abrir todos los días y durante todo el día. En La Botillería no sólo se va a comer, sino que también se hace la sobremesa, con copas y cafés, que en ocasiones se alargan hasta la hora de la cena. De hecho, una de las especialidades de la casa, fuera de la cocina, son los destilados y ginebras. Con más de 70 referencias, que combinan como expertos con "su botánica y su tónica correspondientes", La Botillería también se ha ganado la fama de coctelería selecta.

Es indudable que el restaurante ha 'enamorado' a sus clientes por el estómago. El jefe de cocina, Francisco Martín, es el responsable de una carta en la que brillan con luz propia el milhojas de queso de cabra y foie con confitura de frutos rojos y lacasitos, las alcachofas rebozadas con miel de caña y polvo de kikos, la lasaña de morcilla, el flamenquín de boletus y el lomo de ternera.

Los platos estrella de La Botillería, que tiran en la medida de lo posible de los productos granadinos, se caracterizan, sobre todo, por la calidad. Al igual que sus tapas, que están diseñadas para enganchar, para dejar con ganas de más. Marta explica que la carrillada, el ragú de ternera y la hamburguesa son las tapas estrella de La Botillería, y que son muchos los clientes que llegan buscándolas antes de entrar en faena con el resto de la carta del restaurante. Aunque la verdadera clave, asegura, es el trato exquisito a los clientes. "Tapas buenas hay en muchos sitios, pero buen trato, no tanto", indica, orgullosa del trabajo que realizan los seis componentes del equipo de La Botillería.

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