Granada

Libertad de movimiento en el agua

  • La natación unida a un programa de ejercicios personalizado se ha convertido en un complemento "perfecto" para el tratamiento de enfermedades cervicales, respiratorias o cardiovasculares

Las personas con dificultad de movimiento, ya sea por la edad o por algún tipo de trastorno, tienen en el agua un aliado que les permite realizar ejercicios que serían imposibles fuera del medio acuático. Las propiedades del agua unidas a un programa de actividades personalizado resultan muy beneficiosas para tratar muy diversos tipos de dolencias, desde los problemas de espalda hasta el asma.

Cada vez son más los que eligen la natación como actividad deportiva para mejorar su salud, prevenir enfermedades o tratar las que ya padecen. En el Patronato de Deportes de Granada funcionan, desde hace ya casi 20 años, programas de natación terapéutica, dirigidos a personas entre los 10 y los 90 años, aproximadamente. El único requisito para poder participar es que sepan nadar y que tengan una prescripción médica. Cada uno de ellos tiene un seguimiento personalizado y un programa de ejercicios individual atendiendo a sus necesidades.

El alivio del dolor, el efecto relajante y el incremento en la amplitud de movimientos son algunas de las ventajas que aporta el ejercicio acuático. Esto es muy importante para las personas mayores, a las que les permite realizar movimientos y adoptar posturas, que serían imposibles fuera del agua. Además, también contribuye a mejorar el sistema circulatorio y respiratorio, lo que lo convierte en una actividad muy apropiada para personas que padecen asma.

Las dolencias varían según la franja de edad, siendo la artrosis degenerativa la más común entre las personas mayores de 65 años y las desviaciones de espalda, en los más pequeños.

Los pacientes no deben olvidar que estas actividades no sustituyen otro tipo de tratamiendos médicos. Las prácticas acuáticas deben ser entendidas como un complemento a otro tipo de estrategias médicas que los profesionales indican a los afectados.

Pero el agua no sólo es beneficiosa para estas personas, sino que tiene ventajas para muchos sectores de la población. Así, existen cursos para personas con discapacidad. Ellos disfrutan del medio acuático desde un punto de vista más lúdico, aunque supone también un complemento a su rehabilitación, y un medio para mejorar la coordinación y psicomotricidad. Las mujeres embarazadas también tienen en la natación un elemento de ayuda, las actividades acuáticas durante el periodo de gestación sirven como preparación para el momento del parto.

Por otra parte, hay también un elemento muy importante para que estas actividades cumplan sus objetivos, la preparación de los monitores. Licenciados o diplomados en Educación Física y fisioterapeutas pueden cubrir estas plazas.

El doctor y director del Centro de Medicina Deportiva del patronato, Miguel Ángel Gallo Vallejo, señala que este tipo de cursos terapéuticos son los que constan de un mayor grado de fidelidad, y un gran número de participantes por lo que durante el año existen turnos casi durante todo el día, incluso los fines de semana.

Además, aquellas personas que no saben nadar también pueden disfrutar de los ejercicios acuáticos, a través de un programa especialmente creado para ellos. El objetivo en estas clases es que puedan realizar actividades en el agua y además aprender a nadar en el estilo más adecuado a la dolencia que padecen.

El agua se convierte así en un elemento beneficioso para la salud, a la vez que supone para muchas de las "pacientes" un elemento de distracción y de interacción con otras personas.

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