Granada

Libros y portátiles a clase

  • Más de 90.000 niños de la provincia se incorporan escalonadamente a su primer día de clase · Educación destaca la "absoluta normalidad" con la que se desarrolló la jornada en los 328 colegios

"¿Cuál era mi sitio, 'seño'?", preguntaba ayer un alumno de sexto de Primaria cuando se disponía a elegir asiento en su antigua clase. Como él, miles de niños hacían su primera entrada al colegio en una jornada que, según fuentes sindicales y de Educación, transcurrió con "absoluta normalidad".

La incorporación escalonada cogía desprevenidos a muchos alumnos. "Vamos, que todavía no nos toca entrar", le decía una niña a otra a la salida del colegio Genil, en el barrio de San Antón. Para no provocar aglomeraciones el primer día de clase, los colegios públicos citaron a los cursos agrupados de dos en dos y con media hora de diferencia. Desde los más mayores a las 9:30 hasta los de Infantil a las 11:00. Los padres llegaban asombrados por no sufrir los tradicionales atascos que acompañan a la vuelta al 'cole'.

Para José Cañas también fue ayer un día especial, pues asumía por primera vez su arranque de curso como director del colegio Genil. Maestro en el mismo centro desde hace ocho años, fue uno de los primeros que tomó las riendas de la implantación TIC cuando la mayoría de los colegios todavía no vislumbraban el alcance que iba a tener la llegada de portátiles a las aulas. "No hay que tener miedo a afrontar nuevos retos", decía con un enorme manojo de llaves en la mano mientras abría las puertas del colegio.

A las nueve de la mañana hacían su entrada los 29 maestros (para más de 400 alumnos) del Genil. "Ya nos queda poco", se decían unos a otros por los pasillos. "Voy a fotocopiar mi horario", se apresuraba una. Ellos, como el resto de los 7.500 maestros que hay en la provincia, también viven el primer día con cierta excitación.

La maestra de educación especial trataba de identificar en el patio a sus futuros alumnos al tiempo que colocaba carteles en la pared para indicar el punto donde debían colocarse los cursos.

"Estamos nerviosos los padres y los niños", decía un progenitor que aguardaba junto a su hija a que entrase. Unos a otros, los alumnos fueron reencontrándose con sus antiguos compañeros. Muchos no se ven desde hace dos meses y medio y se regalan grandes abrazos, muestras de alegría y cariño que sólo los niños saben darse de forma espontánea.

Cuando dan las 9:30, micrófono en mano, el nuevo director se planta en el patio para dirigirse a un centenar de padres y alumnos que aguardan inquietos una señal. "Papás, la salida es a las dos", insiste después de informarles de los maestros asignados a cada curso. Muchos esperan que acabe su arenga para preguntar el por qué de tanto cambio. "Tenemos un nuevo equipo directivo y hay nuevos maestros, así que los ajustes son inevitables", explica a cada uno de ellos.

Algunos quieren saber cuándo hará el reparto la Delegación de Educación de los portátiles a los de quinto de Primaria, que serán más de 10.000 en toda la provincia. Pero Cañas, prudente, les contesta que "en el primer trimestre". Los padres de los alumnos de este curso no entienden que den los ordenadores con el curso tan avanzado. "Es un gasto innecesario de material y libros", dicen.

Son los únicos alumnos que están a la espera de recibir los ultraportátiles, porque los de sexto volvían ayer a clase con los que recibieron el pasado año. Con mochilas 'digitales' casi intactas, la mayoría sacó el portátil nada más aterrizar en el aula, donde aún conviven las pizarras tradicionales con las digitales.

Para la delegada de Educación, la vuelta al 'cole' ha sido casi modélica. "Estamos muy satisfechos, ha sido ejemplar", decía satisfecha a este diario. Con un operativo perfectamente engranado, los 92.000 alumnos que se incorporaron al colegio entraron y salieron como si fuera un día más del curso. "No hemos tenido incidencias que hayan impedido la normalidad", apuntó Gámez. "Yo firmaba la incorporación de Secundaria como la de hoy", concluía.

Ni siquiera los sindicatos de enseñanza dieron ayer señales de alguna irregularidad. Únicamente ANPE, alertó de algunas llamadas de maestras de Infantil que se quejaban de que en diversos centros no se había respetado el período de adaptación. Ya el año pasado, con el adelanto del curso escolar, se despertó una fuerte polémica con el período de adaptación que enfrentó a padres y docentes. "Se ha demostrado que es beneficioso para los más pequeños que su incorporación al colegio se realice de forma escalonada", advirtió el presidente de ANPE en Granada, Pepe García.

Pero la delegada de Educación no está de acuerdo con esta visión. "El período de adaptación se lleva a cabo sólo para los niños que lo necesiten, a petición expresa de los padres o del consejo escolar", contestó Gámez.

Hasta hace dos años, los niños de Infantil tardaban 15 días en incorporarse de lleno a las aulas, con el consecuente malestar para muchos padres, ya que no podían conciliar la vida laboral con los horarios de la adaptación de sus hijos. "La mayoría niños de 3 y 4 años han estado al menos un año antes en alguna escuela infantil y su entrada a las aulas ya no es tan traumática como antes; así que no es necesario que estén tanto tiempo en período de adaptación", añadió Gámez.

La entrada de los más pequeños se realizó de manera diferenciada con el resto de los alumnos, pero los inspectores recomendaron a los centros que se mantuvieran hasta las 14:00 como los demás.

El lunes la incorporación a las aulas será ya para todos de 9:00 a 14:00, con las previsibles aglomeraciones en los puntos más conflictivos de la ciudad. Al día siguiente, casi dos mil estudiantes que han superado el Bachillerato en septiembre se examinarán de Selectividad, concretamente los días 13, 14, 15 y 16. Y el miércoles les tocará el turno a los de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. La comunidad universitaria, integrada por 60.000 personas en Granada, completará la vuelta a las aulas diez días después, el 27, como colofón al arranque del año académico.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios