Movilidad

Los trabajadores de Rober mantienen el calendario de movilizaciones tras la primera jornada de huelga del autobús de Granada

  • Empleados y empresa volverán a reunirse el lunes para tratar de alcanzar un acuerdo que evite una segunda jornada de paros

  • Las marquesinas han vivido acumulaciones de usuarios a la espera de la llegada de los autobuses

  • Muchos granadinos han optado por Metro, taxi o caminar como alternativas de movilidad este viernes

Varios sindicalistas durante las manifestaciones de este viernes.

Varios sindicalistas durante las manifestaciones de este viernes. / Mario Puertollano / Photographerssports

Los autobuses de Granada se han mantenido parados este viernes en Granada a raíz de la huelga de los trabajadores de Rober y todo parece indicar que la situación se repetirá en los próximos días, pues las posturas entre empresa y empleados siguen, como los vehículos, detenidos. Según han explicado a este periódico desde el comité de empresa, el calendario de movilizaciones se mantiene ante la falta de acuerdo.

Según el planning fijado por los trabajadores, el miércoles 15 se producirá la segunda jornada de huelga del transporte urbano, cuando la ciudad ya se encuentre inmersa en el Corpus. Para evitar esa situación, ambas partes se han dado cita en el Ayuntamiento el próximo lunes a las 10:00 horas, para tratar de evitar que lo vivido este viernes se vuelva a repetir. 

Y es que, pese a estar anunciado, los granadinos se han visto sorprendidos ante las largas esperas para coger el autobús. "Ostras 40 minutos de espera el autobús 8, venga ya tío" expresaba un joven al llegar a la parada del servicio de transporte metropolitano de Granada, mientras consultaba el horario de paso a través de su teléfono móvil. En la misma marquesina lo miraban dos señores enfadados que asentían ante la frase, casi mordiéndose la lengua para no decir un mayor improperio.

En la jornada de huelga de este viernes se han establecido unos servicios mínimos por la Junta de Andalucía del 30% de la flota en horas punta (de 07:00 a 09:00 horas y de 19:30 a 21:30). El resto del día, solo pasaba un único autobús por cada línea existente, con el horario de comienzo y finalización de las jornadas habituales.

Desde el comité explican a este periódico que los servicios mínimos han funcionado "con absoluta normalidad", al tiempo que califican la primera jornada como "un éxito total" y cifran el seguimiento de la misma en el 100% de la plantilla. 

En la plaza de Caleta, mientras llegaban los primeros manifestantes a la movilización que ha tenido lugar por las calles del centro, esperaba sentada en una marquesina Angustias, que no sabía nada del paro. "Me he enterado porque le he preguntado a un policía que pasaba por aquí. La espera se hace interminable, pero es normal dada la situación. A esperar y ya está", se resignaba.

No era la única persona que aguardaba pacientemente en la zona. Sebastián ya había sufrido la reducción del 30% en las primeras horas para acudir al Hospital Virgen de las Nieves, y ahora esperaba poder hacer uso del transporte público para volver. "Ya esta mañana he esperado en La Chana 45 minutos para coger el U1, y ahora a esperar a que pase alguno que me pueda llevar de vuelta", lamentaba.

Con el avance de la manifestación hacia Gran Vía, la línea del Metropolitano de Granada también se veía afectada. Este transporte ha sido uno de los grandes aliados para los granadinos, que no han dudado en utilizarlo como alternativa al autobús. El corte de unos 15 minutos, que rápidamente se ha solucionado con el avance de la manifestación, ha provocado que un par de trenes hayan tenido que pararse y desalojar a sus pasajeros, ante la imposibilidad de continuar.

"Yo sabía que había huelga de la Rober, pero claro, hoy había planificado no coger bus y usar el Metro. Si ahora ellos también me cortan las líneas, pues estoy perdida. Imagínate que tuviera una cita médica o un examen como tuve ayer, me quedaría vendida" comentaba una de las usuarias afectadas por la interrupción del servicio de tranvía.

En la Gran Vía de Colón la situación era complicada para los usuarios, y también para los turistas que utilizaban los microbuses para llegar al barrio del Albaicín o a la Alhambra. La gente se agolpaba en las marquesinas, cargando mochilas y maleta, y asomaba la cabeza hacia la calzada a la espera de unos autobuses que parecían no llegar nunca.

Anne, una estudiante Erasmus de Países Bajos, esperaba pacientemente, sin saber por qué su autobús se retrasaba. Al conocer que había una huelga en el transporte público, se sorprendía y miraba incrédula a su acompañante, casi echando de menos no disponer de una bicicleta a mano para circular, medio de transporte muy común en su país. "Será mejor caminar entonces" decía en un inglés con acento neerlandés.

Unos pocos metros más adelante, una pareja de ancianos se enteraba también a causa las preguntas de este reportero de la situación de huelga en el servicio de transporte urbano. Después de una breve conversación entre dientes, decidían cortar por lo sano la espera y levantar la mano al primer taxi que pasaba por la zona, subiéndose a él para continuar con sus quehaceres cotidianos.

El servicio de taxis de la ciudad también ha sido uno de los grandes beneficiarios de esta convocatoria de paro general en los autobuses. En toda la zona centro, los vehículos estaban llenos y en algunas paradas la gente esperaba pacientemente para subirse y, aunque el trayecto fuera más caro que con el transporte público, hacerlo así y no perder el tiempo.

Caminar como forma de desplazarse

"Yo ya llego tarde a trabajar. Sabía que había huelga, pero no esperaba que esto me afectara tanto. A la vuelta me volveré andando y ya está", decía un hombre en las marquesinas de autobús situadas en la zona de Puerta Real. "Hace unos días ya nos vimos afectadas por las huelgas parciales y hoy, pues otra vez. La gente se cansa y busca alternativas, nosotras vamos a ir andando al final porque esto va para largo", le contestaban una madre y su hija.

Conchi, una residente en el Área Metropolitana de Granada, también se ha visto afectada este viernes por la convocatoria de huelga. "Yo suelo venir poco a Granada, pero hoy justamente me he encontrado este panorama y me ha fastidiado. No sabía que había huelga y me lo he encontrado", ha comentado a este diario. Una situación que se repetía casi constantemente en las paradas del autobús.

En la zona de Camino de Ronda, la situación era distinta a la que se vivía en pleno centro de la capital. Los autobuses rojos de Rober iban pasando poco a poco, y cogían a pasajeros. Lo que no cambiaba era la situación de espera, y los minutos se iban sumando a la cuenta. Situación que se agravaba si la sobra escaseaba conforme los grados aumentaban en el primer día de una ola de calor que ya azota a la provincia.

Dos chicas jóvenes hacían tiempo esperando con su teléfono móvil en la mano. "Sabíamos que había huelga si, aquí estamos esperando. Como no tenemos prisa, paciencia y a esperar. No queda otra", comentaban, justo después de ver pasar a un autobús que no recorría la línea que ellas querían hacer.

"Pues yo llevo más de una hora y media esperando. Aquí pagan los que no tienen que pagar, que somos los usuarios. No hay derecho", protestaba un hombre ya cerca de la Plaza Einstein, afirmación que asentían de cinco personas más dentro de la marquesina del U3. "Nosotros somos de Barcelona, estamos de paso y llevamos más de 45 minutos esperando a que venga el autobús. Nos hemos enterado cuando hemos visto los carteles de 'servicios mínimos' en un bus", le contestaba una pareja adulta, para después agregar, de forma irónica, que a pesar de la espera "el turismo de parada de bus está bien".

A pesar de los avisos adheridos a las marquesinas del servicio y de la experiencia previa vivida en las huelgas parciales celebradas en las últimas semanas, a los granadinos les ha sorprendido, y sobre todo perjudicado, el primer paro total del servicio de autobuses. Una jornada que ha servido para poner a prueba la capacidad de improvisación de los usuarios y para saber templar nervios ante las largas esperas.

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