Granada

Martínez Olmos apuesta por un pacto para garantizar el sistema sanitario

  • El secretario general de Sanidad admite en unas jornadas de Novartis que en precampaña es difícil · Afirma que los modelos públicos son más eficientes y que el déficit anual de ahora no es preocupante

El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, apostó ayer porque se fragüe un pacto de Estado social y político para afrontar el momento actual y para garantizar el sistema. Se mostró convencido de que ese acuerdo era posible, aunque admitió que ahora era más complicado por el periodo preelectoral. Fueron algunas de las conclusiones a las que llegó en la jornada Salud, Sociedad & Empresa organizada por el grupo farmacéutico Novartis en el Carmen de la Victoria.

Arrancó su discurso admitiendo que la sanidad atravesaba por un momento trascendente por las crisis económica y porque las elecciones generales están a la vuelta de la esquina. "Es un tiempo de reflexión", apuntó antes de introducir una serie de claves al debate de la sostenibilidad y al futuro sanitario. "Tiene que haber un pacto para que el sistema no se estropee", añadió. Consideró que los sistemas públicos son más eficientes y recordó que era importante no olvidar que los objetivos de la sanidad eran curar, prevenir y atender a los enfermos. "Es un coste asumible". Lo situó en menos de 1.500 euros por habitante en un año.

Ofreció datos para ilustrar lo que hace el sistema nacional de salud. Por ejemplo en un día lleva a cabo 3 trasplantes de hígado, uno de pulmón, 10 de córnea, atiende a 1.000 asistencias urgentes, a un millón de pacientes en las consultas de los centros de salud, a 280.000 en las consultas externas de los hospitales y en menos de 10 minutos de media se asiste una emergencia vital. "Es un estado con buenos resultados". Añadió el componente económico que genera: más de un millón de empleados y las relaciones de beneficios con las farmacéuticas y laboratorios. Sostuvo que los problemas no estriban tanto en los gastos, "aunque siempre se pueden mejorar", como en los ingresos.

En este punto incidió en que los recursos que se destinan y que se obtienen no tienen por qué revertir en la sanidad al no tener carácter finalista. Explicó que los ingresos adicionales y el ahorro estructural sumaban una cantidad muy relevante, pero que no todo se había destinado a las atenciones médicas. "Es comprensible que así lo hagan las regiones por la crisis. No pido que la financiación sea finalista, pero sí tengo claro que si se toman decisiones de ahorro en Sanidad, eso sí debe ser finalista. Ese elemento es básico para el pacto".

El cirujano granadino planteó otras propuestas para hacer el modelo sostenible: medidas de eficiencia tanto en el plano micro como macro económico, compras centralizadas, más transferencia de responsabilidad al profesional, ingresos por una mejor gestión, incorporar más recursos del sistema por la vía de los impuestos y que se cobren las contingencias que cubren los seguros y que son atendidas con fondos públicos.

Le pareció que el déficit anual sanitario (15%) no es preocupante, "siempre lo ha habido. No creo que sea más que otras veces y que además obligara a un cambio de modelo". Advirtió que el copago, cuando el paciente y el asegurador comparten gastos de una atención sanitaria, implica el riesgo de poner barreras. "Una de las claves de la sanidad española es la atención abierta".

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