Tribunales

Medio millón de euros de rebaja al cirujano que dejó una gasa dentro de una paciente

  • El Tribunal Supremo confirma la reducción de la indemnización de 707.143 euros que un juez impuso al médico en 2016

Cirujanos en un quirófano.

Cirujanos en un quirófano. / Europa Press

El cirujano que en 2013 olvidó una gasa en el cuerpo de una paciente durante una operación de columna practicada en una clínica privada de Granada ya no tendrá que abonar a la perjudicada los 707.143 euros que le impuso el juez de Primera Instancia 18 de la capital en 2016. El Tribunal Supremo acaba de confirmar que la compensación debe rebajarse en más de medio millón de euros. 

Tras aquella sentencia contraria para el médico y su compañía aseguradora, la Audiencia Provincial estimó en parte su recurso y en 2017 redujo esa indemnización a 119.376 euros. Esta cantidad fijada ya es firme, pues el Supremo ha rechazado ahora (en un auto del 2 de octubre al que ha tenido acceso este periódico) el recurso de la paciente, que además tendrá que pagar las costas

El informe pericial de un neurocirujano ha sido la clave de esa rebaja en la indemnización. En la revisión del caso por parte de la Audiencia, estos magistrados consideraron que este especialista "resulta la voz mejor autorizada en la materia enjuiciada".

Este médico, de la misma especialidad que el denunciado, expuso en su informe que las importantes secuelas de la paciente y la segunda operación en la que fue retirada la gasa olvidada, no se debieron exclusivamente a la necesidad de eliminar  ese material quirúrgico que permaneció durante meses en el cuerpo de la demandante, una profesora que entonces tenía 33 años

El juez de Primera Instancia que juzgó el caso tuvo en cuenta otros informes periciales que sí atribuyeron las dolencias y secuelas que posteriormente tuvo la paciente a la "negligencia" relacionada con la compresa quirúrgica. De ahí que la indemnización fuera tan alta y superara los 700.000 euros.

Pero al revisar las pruebas del proceso, la Audiencia tuvo en cuenta otros factores. En primer lugar establecía que un médico "no tiene obligación de resultado, sino de medios", lo que significa que sólo se compromete a emplear todo su conocimiento y medios, pero no puede garantizar la sanación. 

Aunque en ningún momento se pone en duda que en aquella primera operación de hernia discal el cirujano dejó olvidada una gasa en el interior del cuerpo de la paciente, se discutió si la segunda intervención tenía como objetivo extraer ese elemento o era necesaria para seguir tratando la dolencia de la paciente. 

El neurocirujano, cuyo informe revalorizaron los magistrados de la Audiencia y al final ha resultado determinante, opinaba que la gasa se podría haber extraído "con ayuda de unas pinzas largas y guiado por rayos x" y que la segunda operación (llevada a cabo por otro médico) se debió a las complicaciones de la enfermedad de la paciente. "El cuerpo extraño no tuvo que ver nada con la fibrosis ni con la sintomatología neurológica y general de la paciente".

El Supremo ha vuelto a poner de relieve las conclusiones del mismo perito, quien establecía que "como máximo, un 50% del estado actual y las secuelas podrían ser atribuidos a la persistencia de la gasa, durante menos de tres meses, en el lecho quirúrgico". Dicen los magistrados que no hubo "omisiones esenciales" en esa revisión judicial de la primera sentencia y, por tanto, confirma que el médico y la compañía vean rebajada su sanción.

De los 119.376 euros que finalmente se han establecido como indemnización, 89.376 euros corresponden al 50% de las secuelas de la paciente y su incapacidad permanente total. Y otros 30.000 euros (una cantidad que los jueces consideran "prudente") por el daño moral padecido. 

Algunas de las consecuencias para su salud, que la demandante aseguraba padecer eran deambulación con ayuda de muleta, incontinencia urinaria, inserción de un neuroestimulador para el tratamiento del dolor crónico o depresión. 

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios