El Metro de Granada trabaja de sol a sol con el horizonte de julio para su inauguración y ya está en circulación 16 horas diarias después de alargar la jornada hasta las once de la noche. De esta manera los tranvías salen de las cocheras a las siete de la mañana para encerrarse una hora antes de medianoche, justo el horario comercial que tendrá el Metro una vez que entre en funcionamiento. Con esta medida consigue, además, superar el plan de la inauguración parcial que estaba prevista para mayo, ya que preveía que los trenes circularan de 9 de la mañana a dos de la tarde con cuatro vagones en circulación, los mismos que la Consejería de Fomento tiene en la actualidad completando el recorrido.

Aunque aún sin pasajeros en los vagones, la frecuencia de paso de los trenes comienza a hacerse notar en las intersecciones y ya es habitual la estampa de dos tranvías que se cruzan en su trayecto, lo que indica que la 'medida de choque' está cogiendo ritmo de cara a la definitiva integración del Metro en las calles de Maracena, Albolote, Granada y Armilla. De momento los conductores continúan acumulando horas de trayecto, un paso imprescindible para llegar al horizonte de julio con los quince vagones en circulación, ya que algunos están todavía en proceso de completar su formación a nivel práctico.

Todavía quedan conductores que deben completar su formación a nivel práctico

Con este paso se avanza de cara a la marcha en blanco prevista para el mes de junio, un ensayo general que comenzará con ocho vagones en circulación hasta llegar al número de trece, que durante diez días circularán en el horario comercial previsto como último test de cara a poder poner una fecha final para la inauguración del Metro. La solución que avanzó la semana pasada el consejero de Fomento, Felipe López, es poner en julio los 15 trenes en circulación y cumplir con el horario de explotación, de 6:30 a 23:00 horas, que se amplía hasta las 2.00 de la madrugada los viernes, sábados y vísperas de festivos.

Las pruebas dinámicas del Metro de Granada duplicaron durante la semana pasada la distancia recorrida por los trenes, con un total de 1.998 kilómetros, y se mantuvo el promedio de incidencias, que aumentaron en la misma proporción que la longitud de los trayectos.

La semana pasada hubo un total de 46 incidencias, de las que 21 corresponden a ocupación indebida de la plataforma del metro por peatones, ciclistas o tráfico motorizado. Otras 19 obedecieron al uso del freno de emergencia de los trenes en las diferentes intersecciones del trazado en superficie como consecuencia de que conductores, peatones o ciclistas no atendieron a la señalización semafórica que en esos casos habilitaba el paso a las unidades del metro. Igualmente se han identificado seis incidencias de otra índole, entre ellas objetos colgados en la catenaria. Paralelamente continúa la campaña de información para que el Metro deje de ser ese 'elemento extraño' en la circulación de la ciudad.