El avance en la investigación judicial que se sigue por el fallecimiento del pequeño Alejandro, el niño de 6 años de Almanjáyar que cayó al vacío desde la ventana de la casa de unos vecinos, vuelve a pender de lo que decida la Audiencia provincial de Granada, que en su día ordenó reabrir el caso tras haber sido archivado por el órgano instructor, el Juzgado de Instrucción 3.

La familia del menor, que ejerce la acusación particular en la causa y está representada por el abogado Pedro Jiménez de Utrilla, ha recurrido, primero en reforma y subsidiariamente en apelación, la denegación de una serie de pruebas que consideran cruciales para arrojar luz al trágico suceso.

Según explicaron fuentes del proceso a este diario, el juzgado instructor ha desestimado ya el recurso de reforma de la familia al entender que las nuevas diligencias solicitadas son "inútiles" para la resolución del caso, por lo que ahora se remitirá a la Audiencia. De este modo, será el tribunal el que finalmente decida si deben o no practicarse.

Las referidas diligencias consistirían, fundamentalmente, en que declaren los policías que intervinieron en la búsqueda del menor durante las horas en las que se le dio por desaparecido, así como varios vecinos cuyos testimonios no llegaron a ser recabados judicialmente. Asimismo, los padres quieren que declaren dos hermanas del pequeño Alejandro, para que cuenten qué pudieron ver u oír el día de los hechos.

También ha planteado el letrado de la familia del niño la necesidad de que se realice un "croquis" que refleje, de forma exhaustiva, lo sucedido desde que acudió al domicilio de sus vecinos -un tercer piso- para jugar con su hija de 12 años hasta que cayó al vacío. Son los progenitores de esta menor, de iniciales M.A.G. y J.M.M., de 54 años él y 36 ella, las dos personas que están imputadas en la causa.

El asunto, que se encuentra aún en fase de diligencias previas, fue archivado en noviembre del año pasado por el juzgado, tras haberlo tramitado como un procedimiento de jurado contra los dos imputados, que siempre han negado cualquier implicación en la caída mortal del crío. La jueza justificó su decisión de acordar el sobreseimiento provisional en que no existían "indicios de criminalidad" en la actuación de la pareja, que fue detenida tras la localización del cuerpo sin vida de Alejandro.

La Audiencia, sin embargo, estimó varios recursos del letrado de los padres y ordenó reabrir el expediente. De momento, según precisaron las fuentes, sólo se ha vuelto a tomar declaración a la pareja imputada, que se acogió a su derecho a no declarar y se limitó a ratificar lo ya declarado, y a una vecina del mismo bloque.

El menor fue encontrado en la madrugada del 27 de abril de 2011 en la parte posterior del edificio en el que vivía con sus padres, en el número 13 de la calle Molino Nuevo,

Al ser detenido, el matrimonio sospechoso sostuvo en todo momento que no se encontraba en su domicilio cuando el niño cayó por la ventana, y que era su hija de 12 años la que había estado jugando con el menor. La niña se había fugado unos 20 días antes del centro de menores de la Junta de Andalucía en el que estaba ingresada, tras lo que la Fiscalía de Menores dispuso que regresara.