El PP exigió ayer al Ayuntamiento de Granada que tome medidas e "incremente" la vigilancia para evitar la celebración de botellones ante el inicio del nuevo curso y después de que la centralita de la Policía Local recibiera entre mayo y julio 1.400 llamadas por ruidos y por estas prácticas.

El Partido Popular pidió aumentar la vigilancia antes de que se cumpla, el próximo 1 de septiembre, un año desde que se cerró el botellódromo.

La concejal del PP, María Francés, recordó que el alcalde, Paco Cuenca, vaticinó entonces el final del botellón en Granada y consideró que, además de errar en sus predicciones, ha provocado que consumir alcohol en la calle se haya extendido por la ciudad.

Por eso, pidió al equipo socialista que se intensifiquen las medidas y la Policía Local aumente la vigilancia y evite que las calles "sirvan de escenario para los botellones".

Francés apuntó que, durante mayo, junio y julio, la centralita de la Policía Local recibió hasta 1.400 lamadas por ruidos molestos y unas 360 por la celebración de botellones en vía pública.