Granada

El PSOE califica de "estercolero" la finca del Carmen del Granaíllo

  • Los socialistas critican la mala imagen que proyecta este espacio municipal ubicado al pie de la Alhambra · Lamentan que la inversión del Consistorio no llegue al enclave

"No puede ser que un sitio como éste, que goza de una ubicación tan privilegiada, justo debajo de la Torre de Comares de nuestra insigne Alhambra y en pleno corazón del principal itinerario turístico de la ciudad, se encuentre en este lamentable estado. Es un estercolero".

El entrecomillado remite a las palabras de Carmen García Raya, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, y el espacio al que alude es el Carmen del Granaíllo, una finca municipal situada en la orilla del río Darro, y que en la actualidad "ofrece una deplorable imagen de la ciudad que no podemos permitir", declaró García Raya.

El paraje ha permanecido durante años en una situación de abandono crónico. Hoy en día se encuentra lleno de basura, excrementos y restos de fuego. El candado de la puerta está roto e incluso un grupo de 'okupas' ha estado acampando allí hasta hace unos días. "Granada no se luce cuando se ve desde esta perspectiva, y nuestra voluntad es denunciar esta situación de dejadez y de falta de responsabilidad del Ayuntamiento", resaltó García Raya, que también añadió que "existen este tipo de estercoleros en todos los distritos de la ciudad y mediante nuestra la labor de oposición, vamos a sacar a la luz esta Granada que el alcalde no quiere ver".

La portavoz socialista hizo especial hincapié en lo sorprendente que resulta la presencia de estos espacios "cuando la partida de Limpieza y Mantenimiento del Ayuntamiento fue la que más creció en 2007 y que, aun así, se tuvieron que pagar facturas atrasadas en 2008 por un total de casi quince millones de euros que absorbieron parte del presupuesto de este año".

Aunque García Raya pidió urgentes reformas para adecentar el Carmen del Granaíllo, matizó que el actual equipo de Gobierno presentó un proyecto de reforma hace dos años, y que éste fue rechazado por el Patronato de la Alhambra por tratarse de una intervención "demasiado agresiva, no lo suficiente conservacionista".

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