l Escaldar en agua hirviendo, por separado, los guisantes, los espárragos y las zanahorias, raspadas y cortadas en dos o tres a lo largo. Cuando estén "al dente" se sacan y se dejan templar. Engrasar un molde rectangular, tipo plum-cake con mantequilla y espolvorear con pan rallado. Sacudir bocabajo y dejamos en el frigorífico.
l Luego, con ayuda de unas varillas, batimos los cuatro huevos con la nata y el queso blanco, hasta que tengamos una mezcla cremosa. Agregar sal, pimienta recién molida y el cebollino muy picado.
l A continuación, escurrir el atún, lo desmenuzamos en un plato y se incorpora a la mezcla anterior. Incorporar también los guisantes y mover despacio. (Si fuera necesario, añadir una pizca de pan rallado para compactar la crema).
l Sobre el fondo del molde, volcamos la mitad de la mezcla y sacudimos para que se asiente. Por encima, colocamos las tiras de zanahoria, alternándolas con los espárragos y luego, sobre ellos, colocamos las hojas de albahaca.
l Por último, cubrir con el resto de la mezcla y dar unos golpecitos al molde para que no queden huecos. Colocar sobre otro recipiente lleno de agua y cocer al baño María en el horno a 200 grados, cincuenta minutos.
l Pasado este tiempo, comprobar que está cuajado y dejamos enfriar del todo antes de desmoldar. Acompañar con una ensalada de lechugas variadas.
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