Un Juzgado de Motril ha impuesto a un vecino de Molvízar cerca de 6.500 euros de multa y la prohibición de conducir cualquier vehículo a motor durante dos años por darse a la fuga en un control de tráfico después de acelerar su vehículo en dirección a los agentes que tuvieron que apartarse para no ser atropellados.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el conductor incumplió una condena anterior de retirada del carné y una vez detenido, en la prueba de alcoholemia dio positivo, con 1,07 miligramos de alcohol por litro de sangre espirado.

Los hechos ocurrieron el pasado 3 de febrero cuando circulaba por la carretera de Molvízar y fue requerido mediante señales luminosas para que se detuviera en un control de la Guardia Civil de Tráfico.

Sin embargo, el inculpado detuvo unos metros antes el coche, para a continuación acelerar fuertemente con el vehículo en dirección a los agentes que se tuvieron que apartar, continuando la marcha a gran velocidad.

Minutos después fue localizado en Molvízar, siendo requerido por agentes de la Guardia Civil para que se detuviera, tras lo que golpeó a un guardia en el pecho y comenzó a dar patadas y empujones a los agentes.

Según la sentencia, el acusado circulaba tras haber ingerido bebidas alcohólicas en cantidad suficiente para disminuir sus facultades psicofísicas con el consiguiente riesgo para la seguridad del tráfico, y ello pese a tener retirado el permiso de conducir hasta el 23 de abril próximo, por una sentencia anterior del Juzgado de lo Penal número uno de Motril.

Por estos hechos, se le condena al pago de 2.700 euros por un delito contra la seguridad del tráfico; 3.240 euros por quebrantamiento de condena, y 540 euros por dos faltas de desobediencia a los agentes.

Además, el juez de Motril condena al acusado a la pérdida total de la vigencia del permiso de conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años.