La Policía Turística ha atendido en unos dos años a un total de 52.032 visitantes foráneos. Problemas y cuestiones como el robo de una cartera o alguna pertenencia, la recomendación de un buen lugar para comer o la información de los horarios de apertura de los monumentos son algunas de sus competencias. Como explicó la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, los pequeños delitos se han reducido gracias a su presencia: "En los lugares donde ellos se ubican han ido disminuyendo hasta el mínimo los robos".

La Policía Turística está formada por un grupo de ocho agentes adscritos a la Policía Local que han sido formados en diversas materias que les posibilitan relacionarse con los turistas. Este grupo nació en noviembre de 2011 y su finalidad es garantizar la seguridad de los rincones más concurridos de la capital. "Dominan idiomas como el inglés o el francés; incluso, alguno también tiene conocimientos de otros como el alemán o el ruso", reconoció la edil.

Los lugares más emblemáticos de la ciudad constituyen su puesto de trabajo. Barrios como el Albaicín o el Realejo, y zonas como el centro histórico, la Alhambra o el Monasterio de Cartuja. De todos los requerimientos ciudadanos a los que han tenido que atender en este período, la mayoría han sido casos de turistas españoles. Concretamente, un 69%. Los visitantes de habla inglesa, con un 19%; y los francoparlantes, con un 5%, son los otros dos grandes grupos de beneficiados.

Telesfora Ruiz comunicó que era un cuerpo "a caballo entre un Policía Local y un informador turístico". De hecho, de acuerdo con sus palabras, sólo les diferenciaba el uniforme. "Debemos reconocer la labor que están haciendo puesto que prestan un servicio inestimable para una ciudad que se merece todo el esfuerzo que podamos hacer para que siga siendo tan visitada", añadió Ruiz.