Varios agentes de la Policía Nacional y Local acudieron la pasada semana al barrio del Zaidín tras la llamada de los vecinos alertando de que un niño de cuatro años estaba asomado a una de las ventanas de su casa, llorando y llamando a su madre, que como se supo después no se encontraba en el domicilio.
Rápidamente una dotación de agentes entró en el edificio para tratar de calmar al pequeño a través de la puerta del piso, intentando distraerlo para que se calmase y dejase de llorar. Mientras, los Bomberos, que también fueron reclamados por los vecinos, recurrieron a la autoescalera para entrar por la propia ventana.
Por suerte, no fue necesaria esta actuación, ya que en esos momentos apareció la madre del menor, de apenas 20 años, que fue detenida por la Policía Nacional y pasó la noche en dependencias policiales y tras doce horas fue puesta en libertad con cargos . El pequeño quedó durante este tiempo a cargo de la compañera de piso de la madre
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