Cinco mujeres que eran explotadas sexualmente en Granada han sido liberadas en una operación de la Policía Nacional que ha permitido también la detención de cuatro personas, como responsables de atraer a las víctimas por redes sociales con el señuelo de falsas ofertas de trabajo y la promesa de pagarles hasta 3.000 euros mensuales.

Las mujeres liberadas eran de origen ucraniano y ruso, pero llegaron engañadas a Granada, donde estaban siendo explotadas sexualmente.

En el operativo, la Policía Nacional ha detenido a cuatro personas, tres de ellas en prisión provisional, acusadas de explotar a mujeres a las que captaban a través de las redes sociales con falsas ofertas de trabajo con las que creían que iban a cobrar hasta 3.000 euros mensuales.

Los agentes han constatado la existencia de conexión directa de los explotadores en España con la red de captación en los países de origen, a través de las nuevas tecnologías.

Las investigaciones comenzaron cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo organizado dedicado a la explotación sexual de mujeres procedentes de Rusia y Ucrania que eran prostituidas en un club de alterne en Granada.

Aunque les ofrecían trabajo como azafatas de eventos o animadoras de discoteca por un salario de hasta 3.000 euros al mes, cuando las víctimas llegaban a Granada eran recogidas por el líder de la organización y trasladadas al club donde descubrían que tendían que ejercer la prostitución.

Las mujeres eran alojadas en pisos compartidos por otras mujeres trabajadoras del mismo club y recibían una serie de normas que debían cumplir si no querían ser multadas o expulsadas del piso, teniendo que abonar la cantidad de cinco euros diarios en concepto de alojamiento.

La Policía libera a cinco mujeres de una trama de explotación sexual

En el momento en que los explotadores querían nuevas chicas para ser explotadas, se ponían en contacto con la red de captadores en los países de origen por redes sociales o programas de mensajería instantánea por Internet, haciendo los pagos mediante envíos de dinero a través de empresas dedicadas a esta materia.

Una de las víctimas ha explicado que solían elegir a chicas muy jóvenes y con problemas económicos, al resultar más sencillo someterlas.

El jefe de la red las obligaba a realizar servicios sexuales con los clientes bajo la amenaza de multas de hasta 100 euros o con dejarlas en la calle sin recursos en un país desconocido de no llevar a cabo las demandas exigidas por el grupo criminal.

El operativo policial logró la liberación de cinco víctimas y concluyó con el registro de un club de alterne y de un domicilio de Granada en el que se localizaron un arma de fuego, 1.040 euros en efectivo y marihuana.