Imaginen que un día reciben una llamada en la que alguien está interesado en contratar los servicios sexuales que supuestamente ofrecen. Al principio pensarían que se trata de una equivocación o incluso una broma, y tratarían de olvidar lo ocurrido. Pero ¿qué harían si la situación se repite? Empezarían a sospechar que hay algo más detrás y quizá tratarían de investigar lo ocurrido. Esto último fue lo que hizo una joven granadina que, al verse en esta situación, decidió averiguar lo que ocurría. Durante una de las llamadas, preguntó al supuesto cliente que cómo había conseguido su número de teléfono y comprobó que alguien había usado fotografías suyas y su contacto para publicar un anuncio en Internet en el que se ofertaban servicios sexuales.

Ante ello, la joven denunció los hechos ante la Guardia Civil, que inició una investigación para conocer quién estaba detrás de lo sucedido. El anuncio que, estaba colgado en una web de servicios de prostitución, mostraba dos fotos íntimas de la joven en las que aparecía en bañador, que ella había compartido con sus amigos en su perfil de dos redes sociales.

Tras varias pesquisas, los agentes del Equipo de Investigación de Delitos Tecnológicos (EDITE) de la Guardia Civil encargados de la investigación, consiguieron averiguar quién estaba detrás de lo ocurrido.

El autor del anuncio había sido un joven de 28 años y conocido de la víctima, que quería vengarse de ella porque no asistió a su fiesta de cumpleaños. Para ello, el joven descargó las imágenes de las redes sociales de la chica sin que ella supiese nada, y elaboró una oferta de servicios sexuales que posteriormente publicó en una página de contactos.

Por estos hechos, que han sido investigados en el marco de la operación Yodo, el joven está siendo investigado como presunto autor de un delito contra la integridad moral y de otro delito contra la intimidad.