Hacia las nueve de la mañana de ayer comenzaron a llegar a la calle San Juan de Letrán los vecinos del edificio incendiado la pasada semana. Habían sido convocados para volver a entrar a sus casas y recoger lo imprescindible. Las lágrimas y la tristeza marcaron esta triste mañana en que los termómetros cayeron en picado. El frío era tal que los vecinos se reunieron en torno a una estufa facilitada por la cafetería que queda enfrente mientras esperaban para acceder a sus pisos. A esa hora todo eran interrogantes. Se sabía que los pisos de las plantas superiores estaban en mejor estado. Pero en general no había consuelo. Nadie está preparado para entrar a un hogar arrasado por las llamas.

El dispositivo que comenzó a las nueve de la mañana y finalizó en torno a las 13:15 contó, según fuentes de la Policía Local, con un total de seis agentes con el jefe de Policía, el intendente de servicios especiales y el inspector. Junto a ellos estuvieron presentes efectivos del cuerpo de Bomberos, personal de Urbanismo y de Derechos Sociales para brindar atención psicológica a las familias.

Este dispositivo de atención psicológica contó varias trabajadoras del Ayuntamiento del área de Servicios Sociales pero también con una psicóloga especialista en gabinetes de crisis. "Entendemos que atender en el post emergencia es muy importante pues para ellos va a ser un impacto ver las pérdidas que han tenido. Por eso estamos a su disposición para todo lo que puedan necesitar", detalló Martín que recordó que cada persona y situación es diferente pero ellos están a disposición de atender a todos los afectados "desde la intimidad".

El día anterior también trabajaron con los vecinos para preparar la entrada al edificio. Se les explicó lo que debían hacer, qué objetos coger y quienes les acompañarían a la vivienda. Lo normal es que entrara una persona por piso. Una vecina que se encontraba en torno a la estufa comentó que no había querido volver a entrar porque no quería quedarse ese recuerdo. Así, fue su marido quien accedió al piso para coger algunas cosas.

La documentación, las joyas o algún abrigo estaban entre los objetos rescatados. Pero sin duda era imposible meter una vida en una caja de cartón. El ambiente estaba empañado de lágrimas aunque también de alivio. Algunos pisos no estaban tan mal como imaginaban. También hubo palabras de consuelo. "Hemos vuelto a nacer. Hemos cogido lo básico. Yo ni he mirado", confesó otro vecino.

Sobre las causas del incendio la investigación ha vuelto a dar un giro. Según fuentes cercanas a la investigación el incendio pudo ser provocado en la primera donde hay un despacho de abogados. Se está a la espera de recibir nuevos resultados de laboratorio para confirmar esta hipótesis. En un principio, sin embargo, se descartó la intencionalidad.

Los hechos ocurrieron el sábado nueve 25 de noviembre en torno a las 5:20. El servicio de emergencias del 112 recibió una llamada alertando de un incendio en el citado inmueble ubicado en el número 3 de la calle San Juan de Letrán. Hasta el lugar se desplazó una dotación de 20 bomberos, tanto del Parque Sur como del Parque Norte de la capital, así como una quincena de agentes de Policía Local, Policía Nacional y Protección Civil y efectivos sanitarios.

Las llamas se desplazaron de forma rápida por las zonas comunes y llegaron a afectar a las siete plantas del inmueble. Ante ello, los vecinos fueron desalojados, llegando incluso a tener que ser rescatados a través de las ventanas. Sin embargo, una vecina de 76 años, que vivía en la tercera planta, falleció a causa del incendio. Al parecer, la mujer trató de refugiarse en el cuarto de baño y no pudo ser rescatada a tiempo.

Desde ese día el edificio ha quedado custodiado por efectivos de la Policía Local. El pasado lunes accedió la Policía científica para realizar la toma de pruebas de cara a conocer las causas del fuego. La tardanza para acceder por culpa de los bolardos ha llevado al Ayuntamiento a plantear su eliminación en puntos estratégicos.