En la calle Marqués de Falces, entre la calle Elvira y Gran Vía, en pleno Albaicín bajo, se encuentra la iglesia de Santiago, un templo casi desconocido para los granadinos que por el delicado estado de conservación estaba oculto bajo andamios y lonas. Pero el Arzobispado ha concluido las obras de restauración de su fachada y la semana que viene este templo volverá a mostrar su historia a Granada.

El vicario general de la diócesis, Francisco Javier Espigares, ha presentado la restauración de la fachada de este templo, construido en 1501, aunque la fachada es posterior, de 1600 y la portada monumental, de 1602. En gótico mudéjar, el templo fue construido por Ambrosio de Vico (maestro mayor de obras granadino que trabajó en la Catedral o el hospital de San Juan de Dios) y la portada es de Bernabé de Gaviria (escultor granadino autor de obras como el apostolado de la Catedral).

Los efectos de las lluvias de 2018

En 2018, por las fuertes y constantes lluvias que se produjeron en la ciudad, el estado del templo empeoró y hubo que afianzar la fachada con andamios ante el riesgo incluso de derrumbe. De hecho, no se ha intervenido hasta ahora, cuando se ha podido consolidar toda la fachada y restaurar la portada, lo que ha sacado a la luz datos curiosos como que la fecha de construcción de la misma, el 1602, aparece en la misma portada pero al revés, un signo que habrá que investigar para determinar su por qué.

La próxima semana se quitarán los andamios.

"Por la lluvia se fueron desprendiendo piedras de la fachada y tuvo que cerrarse la iglesia y poner andamios de seguridad. Con ayuda del presupuesto del Arzobispado se ha pagado la restauración, que ha realizado Julia Ramos Restauración. La semana que viene desmontarán los andamios y la gente podrá disfrutar de este templo, muy desconocido pero con un sabor impresionante, el sabor de los siglos acumulados y de la alegría del servicio a la iglesia", ha explicado el vicario.

Para el Arzobispado, "siempre que restauramos una iglesia es motivo de alegría. El patrimonio es un bien para toda la sociedad. Granada está ya llena de turismo tras la pandemia y se ve como la gente acude al patrimonio, por lo que para la iglesia es importante poner a punto esta expresión de fe que construyeron nuestros antecesores".

La intervención ha tenido un presupuesto de unos 42.000 euros, financiada por el Arzobispado.

Labores de restauración

En el interior del templo no se ha intervenido ni está previsto por ahora. La iglesia la utilizan ahora las hermanas que están en la residencia de estudiantes de al lado y para algún acto también de hermandades. Según el vicario, la idea es que "esté abierta al público y se le de utilidad pastoral", aunque no hay fecha para la apertura. Pero tienen claro que "un edificio cerrado se va deteriorando". 

Presentación de los trabajos de restauración.

Lidia Cepero, de la empresa de restauración Julia Ramos, ha explicado que el excedente de lluvias de 2018 "incrementaron las patologías" de la fachada y de la portada monumental. "La piedra estaba en un estado de conservación lamentable", dice.

Las labores en la fachada han sido el arreglo de las cubiertas, de la cornisa, que tenía capas de cemento y ladrillos desprendidos, por lo que se han puesto ladrillos nuevos y se ha emplomado la cornisa. La fachada tenía también revocos de cementos que se han ido desprendiendo.

En la portada monumental se han realizado labores de consolidación del material pétreo, limpieza de todas las capas y revocos de cales. Se han eliminado las reconstrucciones de cemento que había y se ha hecho la reconstrucción con mortero y con la misma piedra original, la calcarenita. Las basas de la portada son de piedra de Sierra Elvira. 

En la portada aparece en su capilla central una escultura de Santiago, que da nombre al templo, obra también de Bernabé de Gavidia, del que también hay imágenes en la Catedral o en la Capilla Real de Granada.

"Se ha hecho primero limpieza a mano con cinceles y espátulas para eliminar todas las capas y luego con microabrasímetro para dejar homogénea toda la superficie", ha explicado la restauradora, que ha señalado que además de la intervención humana, la contaminación por el tráfico de la calle también había afectado a la fachada, que presentaba costras negras que se han eliminado. 

Una vez restaurado, se ha dado a toda la superficie un tratamiento de consolidación y de hidrofugación. 

La iglesia de Santiago es Bien de Interés Cultural (BIC) y por dentro destaca su cúpula mudéjar, la lacería y la característica de que en lugar de retablo lo que tiene es un baldaquino barroco. "Es sencilla, con una nave central y capillas laterales, pero de gran riqueza y digna de visitar".