Granada

Revertir los carriles reservados de Granada tiene un coste extra de 45.000 euros

  • Tras recibir un informe de Movilidad, el grupo municipal de Podemos-IU critica que el alcalde se haya plegado a las presiones y eliminado un recurso sin pensar en el ciudadano

Revertir los carriles reservados tiene un coste extra de 45.000 euros

Revertir los carriles reservados tiene un coste extra de 45.000 euros / Photographerssports

¿Cuánto costaron los carriles reservados en Granada? ¿Cuánto ha supuesto su reversión? ¿Realmente funcionaban? ¿Por qué se quitó? Sigue habiendo muchas preguntas sobre el funcionamiento de la medida estrella del área de Movilidad en la desescalada tras el confinamiento: la creación de los Carriles Reservados Temporalmente (CRT), que supusieron la reserva del carril derecho de las principales vías de la ciudad para uso exclusivo del autobús, el taxi, las bicicletas o los patinetes. El objetivo: reducir la contaminación, dar más espacio a vehículos menos contaminantes y reducir el uso del vehículo privado.

Unos carriles que han sido víctimas de la contienda política y que, con datos objetivos, daban buenos resultados, por lo que el grupo municipal de Podemos-IU en el Ayuntamiento de Granada, no entiende su retirada, lo que ha supuesto un coste extra. Por eso, para saber más sobre determinados aspectos del carril, el portavoz del grupo municipal, Antonio Cambril, solicitó información relativa al CRT, que ha sido contestada desde el área de Movilidad y que arroja los datos reales del funcionamiento de los carriles.

"No entendemos que teniendo una reducción del precio del taxi, mejorando la contaminación, el tiempo de los autobuses, se puede permitir que un alcalde revierta algo que funcionaba muy bien”, reprocha Cambril.Lo primero es el coste. Ponerlos supuso un gasto de 67.085,73 euros (47.418,61 en señalización horizontal y 19.667,12 en vertical, sin IVA). Pero para su reversión ha habido que volver a eliminar la señalización, poner nueva (para informar también del paso aceptado de vehículos privados aunque manteniendo la reducción a velocidad 30) y volver a pintar líneas blancas sobre las amarillas que ya se habían implantado, el coste extra es de 45.142 euros (sin IVA), por lo que en poner y quitar carriles se ha gastado más de 112.000 euros en unas arcas públicas que no están precisamente voyantes en Granada.

Y eso que funcionaba en sus objetivos. Por ejemplo, el transporte público (autobuses) tuvo un incremento de la velocidad comercial del 15% al tener reservado un carril que sólo compartía con taxis, bicis y patinetes (también se permitieron las motos), por lo que se eliminaban los atascos y por tanto se aceleraba la velocidad y se reducía el tiempo del viaje, lo que contribuía a la reducción de la contaminación, aunque no se dispone de estos datos en el servicio de Movilidad.

Los taxis, por su parte, vieron abaratados sus servicios ya que según los datos de la Gremial recogidos en esta respuesta municipal, la mejora en los tiempos de recorrido fue del 5% en septiembre, del 10% en octubre y del 15% en diciembre del año pasado. Movilidad también tiene constatada una reducción en el número de accidentes en los tramos con estos carriles, tanto con víctimas como sin ellas.

De junio a octubre de 2019 hubo 268 accidentes con víctimas y 346 sin víctimas mientras que en 2020 fue de 197 con víctimas y de 250 sin ellas. En el ámbito de los CRT en 2019 hubo 65 accidentes con víctimas mientras que en 2020 se bajó a 55. Con bicicletas implicadas se bajó de 22 a 13 y los atropellos de peatones cayeron también de 45 a 22 en un año en esos entornos de los carriles.

Ante todo esto, el portavoz del grupo municipal de Podemos-IU, Antonio Cambril, critica que se haya realizado un “gasto extra de 45.000 euros en revertir una medida eficaz contra la siniestralidad que había mejorado la frecuencia de los autobuses, reducido la contaminación y abaratado la tarifas de los taxis”. “Se va a gastar 45.000 euros en revertir una medida por los vaivenes del gobierno municipal y por las diferencias entre el alcalde, Luis Salvador, y el concejal de Movilidad, César Díaz. Una pelea en el que uno hace y otro quita y que supone al final un retroceso para la ciudadanía”, apostilló Cambril.

Y es que el concejal de Movilidad, César Díaz, ha defendido siempre la implantación de estos carriles, también dentro de las medidas de pacificación del tráfico y de reducción del uso del vehículo privado. Y aunque en su nombre llevaban el término de “temporal” por la pandemia, se preveía fijarlos y ampliarlos.

Pero hubo críticas de conductores por los atascos que se generaban en el carril izquierdo, sobre todos por los accesos a colegios y trabajos por las mañanas y a mediodía, y también críticas de Vox en la oposición, que lo denominó incluso “gilicarril”.

Hasta que el alcalde anunció que se revisaría y tomaría una decisión, que finalmente fue eliminarlos. “Es una regresión que no piensa en los mejor para el ciudadano. Al final el alcalde se ha plegado a la presión de los conductores y de Vox”, denuncia Cambril. Desde el grupo dan el dato de que menos del 40% de la población de Granada es conductora, por lo que “la mayoría de los granadinos pierden derechos por la presión de un lobby que hace un cambio de política que aumentará la contaminación, que se ha visto que es un factor fundamental en la pandemia y en el aumento de la tasa de mortalidad por el virus en ciudades con peor calidad del aire”, apuntó Cambril.

Y Granada está entre las tres primeras y no baja del podio junto a Madrid y Barcelona pese a ser mucho más pequeña, con menos población y vehículos.

A todo esto el concejal de Movilidad sigue defendiendo el proyecto y cuando se anunció la reversión de los carriles para poder ser utilizados por los vehículos privados, tampoco se ha vuelvo al modelo prepandemia sino a un híbrido y el objetivo es volver a tenerlos pero con otro nombre, el del carril bus. De hecho, anunció que se estudiará qué tramos de los antiguos CRT se pueden convertir en carril bus, por lo que seguiría siendo para uso exclusivo de autobuses, taxis, bicis y patinetes.

Ahora, en los denominados carriles pacificados (los sustitutos de los carriles amarillos o CRT) se acepta el vehículo privado pero con prioridad a los vehículos menos contaminantes y además se limita la circulación a 30, más baja que en los carriles izquierdos, y se pide a los conductores que no lo utilicen tirando de su ‘voluntariedad’ y conciencia en la movilidad.

Los carriles reservados se pusieron en marcha con la desescalada en el mes de junio y han durado poco más de seis meses ya que en febrero se anunció su cambio y se comenzaron a repintar de blanco.

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