Los Reyes Magos de Oriente sólo se dejan ver una vez al año, pero cuando visitan Granada aprovechan la estancia al máximo para visitar a todos los niños de la ciudad.

Después de que llegaran el pasado sábado en sus camellos, de que recorrieran las calles granadinas repartiendo toneladas de caramelos a los entusiasmados niños y de que fueran casa por casa depositando los correspondientes regalos, Sus Majestades de Oriente madrugaron ayer -si es que durmieron- para visitar a los pequeños que, por circunstancias ajenas a su voluntad, no pudieron asistir a la cabalgata.

De este modo, Melchor, Gaspar y Baltasar se presentaron en el complejo sanitario Virgen de las Nieves a las 10.00 horas para que niños y mayores obtuvieran su merecido regalo.

En concreto, los tres centros hospitalarios del complejo -Traumatología, el Materno y el Hospital General- contaron con sus propios actos embajadores reales, séquitos y acompañantes musicales, aunque en todos ellos el espíritu que movió a los profesionales de los centros fue el mismo en todos: conseguir una sonrisa en los casi mil pacientes ingresados en estas fechas tan especiales, algo que llevan más de una década consiguiendo. Incluso, las parturientas sufren menos con las contracciones, cuando aparecen en el paritorio los regios invitados.

Atendidos los hospitales, a los Reyes Magos aún les quedaba una última misión que cumplir antes de regresar a sus lejanos reinos, aunque debido al lógico agotamiento de los camellos -puesto que ellos no son mágicos como Sus Altezas-, los intrépidos Melchor, Gaspar y Baltasar optaron por las motocicletas como medio de transporte.

Sobre las dos ruedas y seguidos por otras ochenta motos, los Reyes Magos partieron del Palacio de Congresos a las 16.00 horas. Tras recorrer de nuevo las calles de Granada, los veloces moteros pusieron rumbo al Polígono de Almanjáyar, donde repartieron más de trescientos regalos entre los niños más desfavorecidos de la zona y pasteles y material escolar en los centros de acogida.

La iniciativa, puesta en marcha por primera vez por la asociación motera de Granada Moto Club Vespacito, se traslada hoy a Loja donde culminará la apretada agenda de los tres Reyes.

Mientras tanto, las calles de Granada iban acogiendo paulatinamente a los pequeños y sus recién abiertos regalos. Patinetes, coches, muñecas, motos, balones y carritos de bebé pisaban por primera vez la calle ante la emoción de los más pequeños y la alegría de sus padres, que hacía disimular el cansancio tras el forzado madrugón.