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Rober paga más de 400 taxis al año por las rampas rotas de los autobuses

  • Este servicio alternativo permite a las personas con discapacidad contar con un vehículo adaptado

  • Supone un gasto anual superior a los 4.000 euros

Cuando en el año 2013 la empresa de transportes Rober decidió instalar el ticket taxi para paliar los numerosos fallos que presentaban las rampas de sus autobuses, confiaba en que el servicio no llegara a utilizarse. No fue así. Tres años más tarde han corroborado que los fallos en el sistema de rampas siguen siendo una realidad con la que conviven a diario las personas con discapacidad de la ciudad, aunque el nuevo sistema ha facilitado considerablemente la movilidad de este colectivo.

Durante el año pasado la empresa de transportes tuvo que llamar en 436 ocasiones a un eurotaxi para poder dar servicio a personas con movilidad reducida, lo que le supuso un gasto superior a los 4.000 euros que asume íntegramente la empresa de transportes. El gerente de la empresa de transportes Rober, Francisco Gámez, se muestra satisfecho con el nivel de funcionamiento de las rampas, que el pasado año rondó el 85%. Aún así, comprende que este porcentaje no le sirva de nada a la persona que se encuentra con un vehículo incluido en el 15% restante de la estadística, es decir, uno al que no le funciona la rampa.

"Hay que tener en cuenta que las rampas son elementos con un sistema electrónico tan complejo y tan sensible que por muy buen mantenimiento que tengan puede que un vehículo salga funcionando perfectamente de cocheras y que a las dos horas la rampa no funcione por no haberse apoyado bien en la acera o por haber recibido algún golpe", explica el gerente de la empresa. Una circunstancia que no ocurre en los vehículos LAC, donde hay 0 incidencias relacionadas con las rampas ya que circulan en unas condiciones perfectas al apoyarse la rampa sobre las plataformas elevadas de las paradas.

Las complicaciones en el mantenimiento de estos dispositivos fueron los que llevaron a la empresa de transporte público a instalar el ticket taxi en el año 2013. "No tiene tanta importancia lo que nos cuesta ofrecer este servicio en comparación con la buena aceptación que tiene por parte de las personas que tienen que hacer uso de él", argumenta el responsable de la empresa de transportes.

Cuando las rampas, por diversas razones (averías, obstáculos en la parada...) no pueden ser utilizadas, siempre se le ofrece al usuario la posibilidad de solicitar un taxi adaptado cuyo coste va íntegramente con cargo a la empresa de transporte.

No todos los usuarios deciden aceptar este servicio que se les ofrece, ya que muchos de ellos prefieren esperar al siguiente bus o consiguen acceder al mismo con ayuda de otros pasajeros. Aunque la predisposición de los viajeros y la buena voluntad son un valor inestimable que hay que agradecer, desde la propia empresa reconocen que las personas con discapacidad tienen derecho a ser autónomas, por lo que hay que facilitarles sus desplazamientos.

Desde el área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada estiman que un 40% de los usuarios que se ven en esta tesitura aceptan el servicio de taxi, mientras que el 60% restante opta por esperar al siguiente bus. La escasez de eurotaxis que operan en la ciudad motivada por las escasas ayudas al servicio (en Granada hay siete vehículos cuando debería haber 28) hacen que en ocasiones las esperas sean más prolongadas de lo deseable.

Usuarios.La propuesta, que se puso en marcha en julio de 2013, pretende atenuar las molestias que ocasiona tener que esperar un nuevo autobús cuando la rampa no funciona. La idea surgió de la propia empresa de transportes Rober que corre con la práctica totalidad de los gastos. El proyecto establece que cuando la rampa falla, el conductor del autobús entrega al afectado un vale y llama al eurotaxi.

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