En su explosiva comparecencia en la que dimitió como presidente provincial del PP, Sebastián Pérez también anunció su renuncia a Contratación, una de las tres áreas de las que estaba al frente desde que en junio de 2019 firmó el pacto de Gobierno con Ciudadanos. La gota que colmó el vaso fue la imposición del partido para votar a favor de una comisión de contratación municipal propuesta por Vox y presidida por “la extrema derecha” para fiscalizar su trabajo en la concesión de los grandes contratos de la ciudad. Tres semanas después, Sebastián Pérez ha presidido la Comisión de Contratación como si nada hubiera pasado y no ha hecho ninguna referencia a su anunciada dimisión de este cargo.

Con Onofre Miralles (Vox) sentado en el salón de comisiones pero sin intervenir, la única referencia a la polémica que sacudió el Ayuntamiento hace tres semanas la ha hecho el portavoz de Podemos-IU, Antonio Cambril. "Me alegro de verle por aquí, hace tiempo que no se dejaba ver", le ha espetado el edil de izquierdas. "Mi despacho está ahí para cuando usted quiera", le ha contestado con flema Pérez. "¿Seguirá como concejal de Presidencia aunque esté ahí sentado el señor Miralles?", ha concluido Cambril sin obtener respuesta en una convocatoria en la que parece que se ha confirmado la marcha atrás del popular en su intención inicial de abandonar el área de Contratación. De hecho, ha anunciado medidas de transparencia para el seguimiento de estos contratos dando por hecho que seguirá al frente del área.

Así, Sebastián Pérez ha dado cuenta del plan de contratos del Ayuntamiento, con 44 licitaciones por valor de 30 millones al que hay que añadir el de limpieza y recogida de basura, un contrato que está estimado en 419 millones para su licitación en base al actual contrato con Inagra. El primer teniente de alcalde del PP también ha informado de que el Ayuntamiento tiene que licitar además 160 contratos antes de final de año que no están incluidos en este plan municipal.