Granada

El TSJA confirma la pena por el asesinato a garrotazos de un hombre en el Zaidín

  • Un jurado consideró culpables a los dos acusados, pero uno de ellos ya ha fallecido

Luis C.L. tenía 42 años y vivía en Huétor Vega con su mujer y sus dos hijos. El 6 de noviembre de 2009 murió tras recibir varios garrotazos en la cabeza. Su caso fue juzgado por un jurado, que consideró culpables a los acusados, dos conocidos suyos, y les condenó a 15 años de prisión por un delito de asesinato, una pena que ahora ha sido confirmada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Se da la circunstancia de que uno de los condenados, José Carlos G., falleció el pasado 22 de marzo, por lo que, aunque los dos habían recurrido la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Granada, el Alto Tribunal sólo ha examinado el recurso de José Ignacio P., que fue el autor material de los letales golpes. Y ninguno de los motivos esgrimidos por éste ha prosperado, ratificando el TSJA la condena en todos sus extremos.

La condena, además de la pena de cárcel, incluía una indemnización para la mujer de la víctima de cerca de 105.000 euros, y para cada uno de sus hijos de más de 17.000.

La Sala de lo Civil y lo Penal destaca en su resolución que la prueba de cargo practicada durante el juicio "permitió al jurado tener por probado que el ataque se produjo de manera sorpresiva y rápida", y que el acusado que golpeó a Luis con la barra "evitó, desde el inicio de su acción, toda posibilidad de defensa de la víctima".

De este modo, rechaza que los hechos constituyeran un delito de homicidio, como sostenía su defensa, que solicitaba una pena de 5 años de cárcel al entender además que su cliente había actuado bajo los efectos del alcohol y los estupefacientes.

Los hechos se desarrollaron a las puertas de un pub de la calle Don Bosco de la capital. Los dos acusados, José I.P., de 44 años, y el fallecido José C.G. conocían a la víctima de coincidir con él en los bares del Zaidín, donde la noche de autos volvieron a encontrarse sobre las dos de la madrugada. Entre los tres se originó entonces una fuerte discusión, durante la que los dos acusados, según consideró probado el jurado, pudieron apreciar que Luis estaba eufórico, excitado y con pérdida de autocontrol.

Fue en ese momento cuando José Ignacio, que portaba "un bastón de madera maciza de gran longitud", propiedad del otro acusado, "lo alzó de forma conminatoria y esgrimiéndolo con fuerza, lo dirigió directamente hacia la cabeza de Luis, propinándole al menos tres golpes violentos".

Luis comenzó a sangrar en abundancia y, herido de gravedad, salió a la calle como pudo. También salieron los acusados y se acercaron a él "conscientes de su precario estado de salud y situación de indefensión", momento en que José Ignacio le propinó otro golpe "violentísimo y letal". Luis perdió entonces el equilibrio, impactó contra un contenedor y cayó fulminado sobre el suelo.

Los acusados se montaron después en un vehículo propiedad de José Ignacio y se marcharon a gran velocidad, pero la Policía Nacional les paró minutos después. En el coche hallaron, además de manchas de sangre, la barra empleada para matar a Luis. Poco después, una dotación policial se personó en el lugar donde el herido quedó tendido. Estaba sangrando y tenía convulsiones. Luis, moribundo, fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico San Cecilio de la capital, donde llegó ya cadáver. Su fallecimiento se debió a las "graves lesiones craneales" que sufrió por los garrotazos. La sentencia del TSJA puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.

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