Los viejos guardarraíles 'asesinos' empiezan a ser historia en las carreteras granadinas de titularidad provincial. Con el cumplimiento de esta antigua reivindicación ciudadana se espera que se produzca un disminución de las muertes de motoristas y ciclistas por acción directa de los quitamiedos.

Los trabajos de mejora han comenzado ya en la carretera Granada-Vegas del Genil con la instalación de un doble sistema de protección que pretende minimizar las consecuencias de los accidentes de tráfico y que supondrá una inversión total de 750.000 euros.

La adaptación de los quitamiedos consiste en la instalación de dos tipos de protecciones puntuales y continuas. Los protectores puntuales son fundas de polyespan que cubren los postes y las barras transversales o perfiles en H, que normalmente actúan a modo de guillotina a los motoristas. La llamada "protección continua" está formada por una segunda línea de faldones en la parte inferior del guardarraíl, para impedir la caída de los accidentados por terraplenes o al vacío.

Las 13 vías incluidas en esta primera fase, que está dotada con 250.000 euros, son las que comunican Granada capital con Víznar, Cogollos Vega, Las Gabias y Purchil, las conexiones de la A-92 con Freila, el Negratín y Pinos Genil, la carretera de Benamaurel a Cortes de Baza, la Chauchina-Fuente Vaqueros, la de Cúllar Vega al Puente de los Vados, la de Jayena a Játar y la de Pinos Genil a Güéjar Sierra.

De esta manera, la Diputación de Granada cumple con el compromiso contraído en sesión plenaria celebrada el 25 de abril de 2006, donde se aprobó por unanimidad de los tres grupos políticos provinciales una moción de Izquierda Unida contra los quitamiedos en las carreteras granadinas. Dicha propuesta instaba al Estado y a la Junta de Andalucía para que procedieran, asimismo, en las carreteras de la provincia de su competencia.

El diputado de Obras y Servicios, Aurelio Torres, aseguró que serán un total de 96 kilómetros de la Red Provincial en los que se llevarán a cabo las mejoras, dando prioridad a los tramos con puntos negros, con curvas peligrosas y en las carreteras más frecuentadas por motoristas y ciclistas. Esta selección realizada por la Diputación en colaboración con la Asociación Mutua Motera responde a un estudio sobre los puntos más conflictivos de la provincia a los que se pretende poner solución y reducir los daños en accidentes.