Ni cerrar parques infantiles, ni desinfectar la compra, ni limitar el aforo en establecimientos. El virus está en el aire y es ahí donde un centenar de científicos, entre los que se encuentran dos catedráticos de la Universidad de Granada (UGR), inciden en que es "urgente" tomar medidas para frenar la propagación del Covid-19 toda vez que la vacunación se ha desvelado como una carrera de fondo, no exenta de obstáculos.

Los dos científicos de la UGR son Antonio Osuna, director del Instituto de Biotecnología y catedrático del Departamento de Parasitología, y Carlos Martínez Bazán. Ambos suscriben las ocho propuestas lanzadas en la carta remitida al Gobierno nacional, ejecutivos autonómicos y autoridades sanitarias. En esta misiva se indica que las propuestas planteadas "serían muy beneficiosas en la lucha contra la pandemia" y se considera que es el momento de "replantear" las recomendaciones de prevención.

"Existe un amplio acuerdo" en que algunas medidas pueden suavizarse, como es el caso de la "limpieza de superficies" y "conceder prioridad máxima" al riesgo que supone la inhalación del virus.

También apunta la carta a que algunas medidas ya en vigor se cumplen de manera "parcial o incorrecta". Por ello, se apuesta por ocho líneas de actuación, unas "pueden aplicarse de forma inmediata" y otras pueden tardar "algunas semanas", pero dado que "no será fácil lograr una inmunización generalizada al acabar el verano" se expresa que "todavía se está a tiempo" de cara al próximo otoño.

La primera propuesta está relacionada con las mascarillas. Se insta a retirar de forma "urgente" aquellas que no proporcionen protección real, como las rejillas o que no ajusten correctamente. "La correcta colocación y ajuste son aspectos críticos", apostillan los expertos.

Se propone mantener abiertos parques y jardines, "donde el riesgo de contagio es muy bajo". También se insta a ventilar con "aire exterior en cantidad suficiente, mediante ventilación natural  mecánica o combinación de ambas", una cuestión "imprescindible" a estas alturas de pandemia.

Para verificar si esa ventilación es suficiente, se recomienda medidores de CO2, una cuestión que en algunos centros educativos de Granada ha sido objeto de compra por parte de las familias, dado que las instrucciones dadas por Educación van en el sentido de ventilar con la apertura de puertas y ventanas, pero sin medir la calidad del aire. También ha habido ayuntamientos que han comprado medidores y mecanismos de filtrado del aire, el otro punto sobre el que se pronuncian los científicos que remiten la carta.

La misiva, efectivamente, abre el melón de los filtros Hepa, otra cuestión que ha sido objeto de debate en centros educativos y sobre el que se pronunció Educación en el sentido, una vez más, de que la norma pide ventilar con la apertura de ventanas y puertas.

Según expresó en su día la Delegación territorial de la Consejería de Educación y Deporte (tras la demanda planteada desde colectivos de familias de alumnos), "por el momento, los purificadores con filtros Hepa no tienen ensayos específicos para Covid y que no hay prescripción del Ministerio (ni Sanidad ni Educación) en cuanto al uso de este tipo de sistemas (aunque se mencione su existencia en algún informe). Además, la OMS lo que recomienda es la ventilación natural: abrir ventanas y puertas para introducir aire del exterior".

Para los investigadores que suscriben el escrito "es una solución contrastada para la eliminación de aerosoles respiratorios", aunque indica que deben conocerse las características de estos filtros. Además, insta a establecer recomendaciones sobre el uso de esta tecnología "por ejemplo, para que no se repitan episodios de uso de ozono en presencia del alumnado".

Los centros educativos son objeto de la sexta línea de recomendaciones, "Han recibido información ambigua e incluso contradictoria", añaden los que suscriben el texto, que consideran "imprescindible" la ventilación con aire exterior y medidores de CO2.

Sobre los límites de aforo, se indica que "tienen escasa justificación técnica" y deberían sustituirse por "criterios de salubridad efectiva", como medir la calidad del aire y uso correcto de mascarillas. Todo ello debe acompañarse, según indican con procedimientos de verificación y normativa.

Por último, indican la necesidad de divulgar. "Es imprescindible que la población comprenda la lógica de las normas".