UGR

Una treintena de estudiantes de la Universidad de Granada se concentran contra lo que consideran "irregularidades sistemáticas" de un profesor

  • Destacan "la ineficiencia" de las herramientas de la institución 

Protesta esta tarde frente al Hospital Real.

Protesta esta tarde frente al Hospital Real. / María Álvarez (Photographerssports)

Un grupo de entre aproximadamente 30 personas, según la Policía Local, y medio centenar de estudiantes, según los propios organizadores, se ha concentrado a las puertas del Hospital Real, sede del Rectorado de la Universidad de Granada desde las siete y media a las ocho y media de esta tarde. El motivo de la protesta es el "abuso de poder reiterado" de un docente que, según los organizadores de la protesta, "lleva alrededor de diez años cometiendo irregularidades sistemáticas".

Así, indican que hay estudiantes de este docente que han tenido que "irse a otras ciudades" para poder aprobar la asignatura que imparte. También recordaron que en febrero hubo una sentada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología para criticar la "mala praxis" del profesor universitario. Los estudiantes indican que la "respuesta" del docente "fue denunciarnos".

"Las estudiantes hemos tenido reuniones tanto con el Decanato de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología como con el propio Rectorado de la UGR. En estas reuniones lo que más se ha dejado en evidencia es la falta de herramientas por parte de las estudiantes e incapacidad por parte de la universidad para enfrentarse a estas malas praxis", indicaron los estudiantes, que valoran como "ineficientes" los "órganos de control" de la UGR. Sobre el docente, destacan las "evaluaciones arbitrarias", "temarios que no corresponden a nuestras competencias académicas", "privación del derecho a examen" o aprobar "a personas que no llegaron a presentarse al examen.

En la concentración leyeron un manifiesto en el que aseguraron que "los mecanismos que debería protegernos no tienen capacidad para imponer sanciones". Asimismo, destacaron la "sangría económica" que supone afrontar la segunda, tercera o cuarta matrícula de la asignatura.

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