La Universidad de Granada (UGR) prevé disponer de más sedes y aulas para la celebración de la convocatoria extraordinaria de Selectividad. La prueba de acceso a la Universidad se celebrará finalmente entre el 7 y el 9 de julio, y no el junio, a causa de la crisis del coronavirus. Las clases presenciales se suspendieron el pasado 16 de marzo.

La vuelta a la normalidad queda supeditada a la evolución de la pandemia y se da por hecho que será progresiva. El desescalamiento de las medidas que se incluyen en el estado de alarma se alargará en el tiempo en función de cómo avance la enfermedad. En cualquier caso, se da por hecho que en los próximos meses se evitarán aglomeraciones y concentraciones de personas y que habrá que mantener la denominada distancia social para evitar una nueva propagación del virus.

Cada mes de junio, unos 5.000 estudiantes -fundamentalmente de segundo de Bachillerato- se presentan en Granada a la prueba. La Universidad de Granada gestiona la prueba tanto en la provincia como en las sedes de Ceuta, Melilla e institutos españoles de Marruecos. En total 24 sedes, de las que 15 están en facultades de Granada o centros educativos de Motril, Ugíjar, Loja, Baza, Huéscar y Guadix. En función de cómo se desarrolle la progresiva vuelta a la normalidad, se prevé disponer de "más aulas y más sedes. Tantas como sean necesarias para asegurar la realización de los exámenes en condiciones de seguridad", indican desde la Oficina de Gestión de la Comunicación de la Universidad de Granada.

Sobre el diseño de la prueba, la Comisión Interuniversitaria acordó trasladar a las ponencias instrucciones para que las pruebas se preparen con una opcionalidad que permita al alumnado alcanzar la máxima puntuación, "aun cuando el temario de segundo de Bachillerato no haya podido ser completado en su totalidad", según indicó la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad en una nota. 

"Las pruebas tienen que realizarse en términos de equidad y justicia, de ahí la decisión de aumentar las opciones de preguntas elegibles en los exámenes" de Selectividad, para evitar así que el alumnado que no haya podido trabajar un determinado bloque por la suspensión de las clases presenciales por la epidemia del coronavirus se vea perjudicado. "Las decisiones sobre las características, el diseño y el contenido de la evaluación conllevan una gran complejidad ya que no todo el profesorado ha explicado los contenidos de su asignatura en el mismo orden", añadía el comunicado. "Por ello, se van a incluir preguntas de todo el temario con puntuaciones equilibradas entre ellas".

También se da por hecho que el calendario académico del alumnado de segundo de Bachillerato se verá modificado. Antes de la crisis del coronavirus el curso terminaba para estos estudiantes a finales de mayo. Con el retraso de la prueba, el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, anunció que se modificación también el periodo lectivo.