Granada

Veinte años clamando por una conexión mecánica

  • Trenes, funiculares, rampas y hasta globos

Ni una entrada disponible en la Alhambra. 8.000 personas en el recinto nazarí y apenas unos cuantos grupos de turistas haciendo tiempo en el centro de Granada. Los viajeros llegan a la Alhambra con el tiempo justo de entrar y salir del monumento pero pocos optan por recorrer, sin prisas, uno de los recorridos más bellos del mundo.

La idea de acercar la Alhambra a Granada ha sembrado en la ciudad numerosas iniciativas que han ido desde trenes, a funiculares, pasando por rampas mecánicas y hasta un ascensor en el interior de la colina roja.

La primera iniciativa surgió en los tiempos en los que era alcalde Jesús Quero (1991-1995). Este último año se implantó un pequeño tren que partía de Plaza Nueva y llegaba al recinto monumental nazarí a través de la Cuesta de Gomérez. El medio de transporte duró poco, apenas un año. Rober, la empresa concesionaria de los autobuses recurrió el contrato argumentando que poseía la exclusividad del transporte público en la ciudad. Ganó la batalla y finalmente el tren se limitó a moverse por el interior de la Alhambra.

La idea resucitó con su sucesor, Gabriel Díaz Berbel. El alcalde 'popular' propuso la instalación de un sistema de transporte de tracción por cable que discurriría paralelo a la Cuesta de los Chinos. La idea fue rechazada por el Patronato de la Alhambra y por la Junta de Andalucía, también por la Concejalía de Urbanismo, que descartó el mecanismo al entender que tendría un gran impacto visual.

Díaz Berbel habló muchas veces de ese aislamiento de la Alhambra respecto a la ciudad. Hasta convocó un concurso internacional de ideas en el que se presentaron ideas tan extravagantes como viajes en globo aerostático. Ya con Torres Hurtado tomó el relevo otra iniciativa: conectar la ciudad con la Alhambra mediante unas escaleras mecánicas. El Patronato volvió a oponerse a la idea. En 2004 se desveló un proyecto para instalar un funicular que iría desde la plaza de Santa Ana hasta la Abadía del Sacromonte, pero tampoco llegó a ver la luz.

Empresas, instituciones y ciudadanos confían en que el proyecto que ahora está en proceso salga finalmente adelante. Eso sí, después de 20 años esperando este medio de comunicación, las empresas creen que necesitarán un par de meses más para hacer realidad el proyecto.

El alcalde anunció que sería en mayo cuando los turistas podrían estar montados en el nuevo vehículo ecológico. Claro que, el hecho de que no exista en el mercado ningún medio como este hace que los concesionarios necesiten al menos 90 días para fabricar las unidades necesarias.

Las ganas de empezar a operar son tales que, algunas empresas aseguran que si resultan vencedoras se traerán a Granada, momentáneamente, los vehículos que ya funcionan en otras ciudades.

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