medio ambiente | campaña de máximo peligro

Vigilancia extrema en las cuatro áreas con alto riesgo de incendio

  • Son zonas con siniestros recurrentes

  • Su registro permite redoblar las medidas de prevención

  • Los puntos más conflictivos están en la Alpujarra, Pinos Puente, Cenes y Padul

Bomberos forestales trabajan en la zona afectada por el incendio que cercó el cementerio de San José el pasado 13 de julio.

Bomberos forestales trabajan en la zona afectada por el incendio que cercó el cementerio de San José el pasado 13 de julio. / carlos gil

Ocurrió, de nuevo, hace apenas unos días. El 13 de julio las llamas llegaron a la tapia del cementerio de Granada, obligaron a desalojar varias viviendas y a cortar el tráfico. Ardía una zona próxima al Barranco del Abogado, junto a la Alhambra y al parque periurbano de la Dehesa del Generalife. No es la primera vez. Ni la segunda. De hecho, el entorno, entre Cenes de la Vega y el término municipal de Granada, es una zona en la que los siniestros se producen de forma recurrente cada verano. Es uno de los cuatro 'puntos negros' de la provincia, quizá el más llamativo por la proximidad a la capital, señalados este año 2017. El resto se reparten entre Pinos Puente, Padul y la Alpujarra Alta.

De forma protocolaria, cada vez que se produce un siniestro, los agentes de Medio Ambiente de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) baten la zona para determinar las causas. "Se evalúa" lo ocurrido y se determina "qué zonas son recurrentes", explica el director del Centro Operativo Provincial del dispositivo Infoca, David Rodríguez. Con los datos de las zonas afectadas en el ejercicio anterior y las causas que propiciaron ese fuego se fijan cada año las áreas 'conflictivas' en las que se incide en el trabajo preventivo para evitar nuevos incendios forestales. "Se hace un traje a medida", indica Rodríguez, que señala que en la mayoría de los fuegos de las cuatro zonas identificadas para este ejercicio el origen de los siniestros está relacionado con la presencia del hombre. Por ello, "se buscan los grupos diana", indica Rodríguez. Si la llama surgió de quemas agrícolas, se explica a los agricultores qué pueden hacer para evitar un incendio forestal. Si la primera chispa saltó por un descuido en una excursión campestre, se va a colegios e institutos para incidir en la necesidad de ser cuidadosos, respetar los periodos en los que está prohibido el fuego en el campo y, sobre todo, usar la cabeza. Una barbacoa fue el origen del incendio de Guadalajara que se saldó con once fallecidos en 2005, una tragedia evitable y que, de hecho, motivó el endurecimiento de la actual normativa.

Determinar las causas ayuda a fijar "un traje a medida" para prevenir más incendios149Municipios en zona de riesgo. Están obligados a presentar planes de autoprotección

Entre Cenes y la capital, la causa de los incendios suele estar relacionada con la "presión antrópica", indica Rodríguez, es decir, con la presencia de viviendas y el desarrollo de actividades humanas. "Muchas veces son descuidos", incide el responsable provincial del Plan Infoca. En la Alpujarra todo apunta a que los siniestros suelen tener detrás quemas agrícolas, mientras que en Pinos Puente también se ha detectado que la recurrencia del fuego obedece a la actividad humana. Únicamente entre Padul y Albuñuelas no se han señalado con claridad las causas de los últimos incidentes. Aun así, "se ha intensificado la vigilancia" en la zona.

En esta labor de prevención, Rodríguez destaca la labor de los ayuntamientos, obligados -en el caso de estar en zona de riesgo- a presentar planes locales de autoprotección. En el caso de la provincia de Granada, hay 149 municipios obligados a ello, de los que 25 están pendientes de actualización. "La colaboración con los ayuntamientos es notable", indica el responsable del Infoca, que dispone de un técnico de Participación y Prevención Social que presta asesoramiento a las corporaciones locales que lo requieran a la hora de revisar sus planes. En los mismos se indica información sobre los medios que dispone, si hay voluntarios o maquinaria que, llegado el caso, pueda emplearse en la extinción de un fuego.

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