Granada

El Virgen de las Nieves reduce su absentismo con un plan de salud laboral

  • Ha recuperado en un año 30.000 jornadas laborales con la reducción de las bajas y la adecuación de puestos de trabajo

Las bajas laborales son el talón de aquiles de las empresas, que crean políticas propias para evitar la pérdida de jornadas laborales por la incapacidad temporal de sus trabajadores. En una de las mayores empresas de Granada, la ciudad sanitaria Virgen de las Nieves, con más de 6.000 trabajadores (unos 5.000 fijos y el resto temporales), este problema es mayor aún por el gran volumen de gente con el que trabaja. Y por la edad media de sus trabajadores, más de 45 años, lo que aumenta también las bajas por el incremento de problemas de salud.

Para evitar la pérdida de días de trabajo, el Virgen de las Nieves tiene un plan de salud laboral que incluye medidas de control y de conciliación de la vida laboral con la familiar. Un protocolo con el que han conseguido reducir en un año las jornadas laborales perdidas. Así, frente a las 142.943 jornadas perdidas en 2006 se pasó el año pasado a 112.934, con lo que se han ganado 30.000 jornadas.

Con la reducción el 21 por ciento de los días de trabajo perdidos por bajas, el hospital ha situado su absentismo en un 5,9 por ciento frente al casi 8 que alcanzaba en 2006.

Lo principal para conseguir estas cifras ha sido la aplicación de una política que más que controlar lo que persigue es adaptar el puesto de trabajo a la situación del trabajador, por lo que se gana en conciliación y productividad.

"Un aspecto importante es la adaptación de personal con problemas de salud laboral. La edad media es alta y el personal, sobre todo de categorías inferiores, comienza a trabajar muy joven, por lo que tras tantos años su salud se resiente", explicó la subdirectora de Recursos Humanos, Dori Blesa.

En 1999 se constituyó el subcomité de salud laboral en el que valoran las restricciones de las personas para desarrollar su puesto de trabajo y que no haya tantas bajas. "Ya hemos evaluado a 482 personas, bien por solicitud del propio trabajador que entiende que no puede desarrollar su trabajo o de oficio con personal que tiene reconocida una minusvalía o problemas serios de salud", explicó el jefe de servicio de Salud Laboral, Fernando Martínez. Este colectivo, el que más absentismo presentaba, ha bajado la incidencia de las bajas un 30 por ciento. De los 482, el 71 por ciento ha disminuido sus incapacidades.

Tras la evaluación, si se detecta una incompatibilidad, "o bien se adapta el puesto o se cambia al trabajador", lo que reduce las bajas porque la gente trabaja mejor y con más ganas y no tiene que darse de baja por no poder realizar su trabajo o correr riesgo su salud.

Otra herramienta es el programa de vigilancia de la salud a cargo de Medicina Preventiva y que desde hace dos años trabaja de oficio. Son los tradicionales reconocimientos médicos de empresa. "No nos beneficia que sean voluntarios pero cada vez la gente está más concienciada y se los hacen", explicó Martínez. Además del reconocimiento anual para prevenir patologías, existe una consulta médica diaria a disposición de los trabajadores, lo que reduce la enfermedad.

Además, firmaron un convenio con la Delegación de Salud para reactivar la función de la inspección médica, que es la que realiza el control y seguimiento de las incapacidades. "Aunque se haga control lo fundamental es adaptar el trabajo al empleado para que lo desarrolle bien".

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