Infraestructuras

La ampliación del Metro de Granada, ¿una cuestión política?

  • Los ayuntamientos del PP apenas presentan alegaciones al proyecto, incluso a los que no llegan, mientras que los del PSOE se muestran más beligerantes salvo a los que sí llega

Un tren del Metro de Granada en la estación de Renfe

Un tren del Metro de Granada en la estación de Renfe / Antonio L. Juárez (Photographerssports)

Chauchina, Santa Fe, vecinos de Atarfe, de Churriana, Las Gabias, e incluso partidos de Granada que proponen obras faraónicas. El estudio informativo para la ampliación del Metropolitano de Granada, que hasta hace apenas dos semanas estaba sometido a información pública, no ha dejado indiferente a nadie con una buena cantidad de alegaciones y la alargada sombra de la confrontación política que siempre aparece como mar de fondo cuando, además, empieza a haber aroma de elecciones parece que más pronto que tarde.

La ampliación del Metro de Granada ha generado un debate cuando el propio estudio elaborado por la consultora TRN Taryet a petición de la Junta de Andalucía, casi en tiempo récord para saber si estas alternativas podían aspirar a los fondos Next Generation, ya decidía cuáles eran las mejores de casi una veintena de alternativas propuestas y estudiadas en el mismo. Y estas decían que la prolongación Sur prioritaria debía pasar por el centro de Churriana de la Vega, con zonas de vía única, y llegar hasta la antigua estación de Las Gabias; que la Centro debía ser en superficie; y que la Norte tenía que extenderse hasta el Coliseo de Atarfe bordeando el casco urbano de la localidad.

Los del PP

La ampliación recibió decenas alegaciones al proyecto de extensión, muchas que matizan detalles de los trazados propuestos, y otras que vienen a suponer un cambio radical en las propuestas previstas en el estudio. De las primeras, sorprendieron las presentadas por un grupo de vecinos y comerciantes de Churriana de la Vega constituidos en la llamada Asociación para el Estudio, Conservación y Movilidad de los Núcleos Urbanos de la Vega de Granada. Hablaban de afecciones y pérdidas económicas y de espacios de expansión ciudadana en el corazón del pueblo durante las obras del mismo. Estos afirman que “el tranvía no encaja por la calle San Ramón de Churriana de la Vega o lo hace con tan graves afecciones y limitaciones que podría constituirse en un problema en sí mismo más que en una solución”.

Ante esto el alcalde churrianero, Antonio Narváez (PP), explicó a Granada Hoy que el trazado “está validado por Europa” a recomendación de sus técnicos, que descartaron dos de las cuatro alternativas de paso del Metropolitano por la localidad (por el vial de Colón y la calle Santa Lucía), y que analizó y validó dos, uno en paralelo a la Base Aérea de Armilla y el seleccionado por la calle San Ramón. “Es la opción que da más acceso a los vecinos y el Ayuntamiento era consciente de que era una oportunidad que no podíamos perder”, afirma el regidor, que admite el problema de la eliminación de aparcamientos pero al que pone solución con “buscar mecanismos para crear parkings disuasorios”. “Cuando se supo el proyecto de extensión hubo alegría en el pueblo”, recuerda Narváez, que revela que la oposición municipal había expresado incluso de forma oficial en Pleno que el Metro era una “infraestructura deseada”, por lo que no cree “por el tono de los comerciantes” que este movimiento tenga motivación política.

El Ayuntamiento churrianero, del PP, no alegó al proyecto, algo que tampoco ha hecho el de Alhendín, cuyo alcalde, Francisco Rodríguez es además presidente del Partido Popular provincial. Todo a pesar de que la alternativa de llegada del tranvía hasta la localidad no fue considerada prioritaria para el acceso a los fondos Next Generation, por lo que la llegada de la infraestructura se demoraría hasta dentro de casi una década. Pero por ejemplo, sí hubo alegaciones al proyecto de parte del Ayuntamiento de Las Gabias, final del trayecto de la prolongación Sur del Metropolitano. Se trata de ganar una parada más para dar servicio a las urbanizaciones de Los Chopos y Santa Isabel, ya que sería la única estación intermedia de la localidad gabirra. Una alegación, por otro lado, con sentido, factible, y fácilmente asumible por el proyecto de redacción porque no hay que modificar el trazado.

Los del PSOE

Por el lado contrario, las expresiones más radicales en contra del actual proyecto proceden de municipios gobernados por el Partido Socialista. La más llamativa es la presentada por el Ayuntamiento de la capital, que aboga por, directamente, crear nuevas líneas y no extender las actuales. Habla de ampliar desde Villarejo hacia La Chana y que a partir de ahí conecte con el Aeropuerto; y otra desde la Hípica hacia la cornisa sur pasando por Bola de Oro, Huétor Vega hasta La Zubia. Esta propuesta sobre todo se ha sustentado en ayuntamientos presididos por el PSOE, con apoyos expresos de Santa Fe, Chauchina y hasta Fuente Vaqueros, y en las juntas de los barrios de la capital beneficiados.

Sin embargo hay ayuntamientos del PSOE que guardan más distancia con las alegaciones y la idea del alcalde de Granada. Armilla alegó cuestiones sobre el trazado ya propuesto y ganador de las alternativas propuestas, consistente en eliminar la vía única entre dos paradas dentro de Churriana y que supondrían un mayor tiempo de espera para los vecinos de la localidad armillera. Y tampoco presentó variantes a la propuesta Atarfe, que sí cuenta con las quejas de los vecinos de la calle Castillo de Moclín, que verían pasar por vía única el tren muy cerca de sus unifamiliares y que les obligaría a guardar especial cuidado a la hora de sacar los coches de sus garajes.

Y en la batalla política se han colado Unidas Podemos y Juntos por Granada, pero por todo lo contrario. Mientras los primeros no ven problemas en las extensiones Sur y Norte, sí prefieren desechar la opción del centro por autobuses eléctricos y que el Metro llegue a los barrios como propone el actual equipo de Gobierno socialista al que apoyan. Al revés, la formación de César Girón, aparte de buscar más extensiones hacia los pueblos, es más radical: Metro por el Centro sí, pero soterrado y en línea recta.

Para gustos, colores, y para la ampliación del Metro se ve que las disciplinas de partido se ven de una forma u otra si el tranvía llega o no a la localidad. Lo que nadie descarta, incluida la Junta, es que conforme las urnas se acerquen se convierta en arma arrojadiza.

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