Con cautela y sin sellar nada todavía, los dos candidatos que se disputan el Rectorado ya han mantenido contactos con los otros dos aspirantes que fueron eliminados de la 'contienda' en la votación del pasado martes. Los teléfonos ayer ardían en una y otra plataforma y es que no hay tiempo que perder. Poco han tardado, tanto Rafael Payá como Francisco González Lodeiro, en ponerse manos a la obra en esta recta final de la campaña que amenaza con ser la más dura y que culminará con la celebración de la segunda vuelta el próximo jueves.

Razón no les falta ya que ninguno de los dos puede permitirse el lujo de dormirse en los laureles. Primero, porque la distancia en la primera votación fue de menos de seis puntos, en favor de Lodeiro, que obtuvo el 33,26 por ciento del voto ponderado, frente al 27,43 de su oponente. Segundo, porque el porcentaje de votos que se fueron a las dos candidaturas eliminadas -las de Luis Rico y Antonio Campos- es también bastante significativo. Entre los dos, sumaron un 39,32 del total, y nada les asegura hacia dónde irá ese apoyo en la segunda vuelta. Y tercero, porque tampoco está garantizada la misma participación en la segunda vuelta, sobre todo del sector estudiantil, y esto puede también influir en el resultado, y quizás perjudicar a Payá, que obtuvo un buen resultado en este colectivo.

"Es importante que esos 3.000 votos de estudiantes se mantengan y no se desmovilice este sector, y evidentemente, que los 4.500 que han votado a Campos elijan entre uno de los dos y no caigan en la abstención", señaló ayer Payá, que confirmó que tenía la intención de reunirse tanto con Rico como con Campos: "Son votos que también hay que conseguir. Ellos también votan y además tienen toda una plataforma de apoyo. Es conveniente y necesario hablar con ellos", afirmó.

Por su parte, Lodeiro no quiso exponer su postura ante los medios durante la jornada de ayer, aunque su candidatura, en un comunicado emitido el martes, invitaba a Campos ya Rico y a sus grupos de apoyo a "participar en el desarrollo y puesta en marcha" de su programa y hacían un llamamiento a los electores de estos candidatos para que formaran "parte activa" de su proyecto de Universidad: "Que queremos que sea también el suyo", añadían.

Desde la plataforma indicaron que habían entendido el resultado de la primera vuelta como un mensaje que les hacía ver que tenían "que ampliar horizontes", conocer posturas y ampliar apoyos.

Campos tampoco quiso hacer declaraciones ayer, aunque en una nota de prensa aseguró que "tiene diversos ofrecimientos procedentes de las dos candidaturas finalistas" y que piensa estudiar "qué candidato va a ser capaz" de representar y estimular a sus votantes. "Se espera que en los próximos días se produzcan distintas reuniones", añadió. Desde la plataforma de apoyo apuntaron que si consiguen llegar a un acuerdo con uno de los candidatos, que adquiera una serie de compromisos que consideran esenciales, no sólo pedirán el voto para él, sino que se volcarán para movilizar a su electorado.

Más rápido fue Rico, que confirmó que ya ayer había mantenido reuniones con los dos candidatos vencedores de la primera vuelta, aunque, si llegó a algún acuerdo, no quiso hacerlo público. En principio, se espera que dado que ha trabajado en el mismo equipo rectoral con Rafael Payá durante siete años, tienda a apoyar a este candidato antes que a Lodeiro. Más aún cuando David Aguilar ha llamado también a votar a Payá. En este sentido, cabe señalar que en caso de que se hubieran aunado los apoyos del equipo desde un principio y con los resultados de la primera vuelta en la mano, sumados los votos de Payá y Rico -27,43 y 16,35 por ciento- habrían logrado el respaldo de hasta el 40 por ciento. Con todo, no es un hecho que todos los votos de Rico vayan a ir a las manos de Payá.

Los votos de Campos están aún más en el aire. Si bien su ideología (se ha definido como candidato plural, pero nadie olvida su estrecha vinculación con el PP) parece más lejana del programa de Lodeiro (de marcado carácter de izquierdas) tampoco han demostrado tener muchas coincidencias con la candidatura de Payá. De todos modos, nadie se cierra a nada por ahora y hay mucho en juego. Los próximos días prometen ser para finalistas y eliminados, por lo menos, intensos.