Salud Difusión de la Ley de Muerte Digna

La atención en los últimos días

  • Una treintena de médicos y personal de residencias de mayores se forman en la Ley de Muerte Digna para poder comunicar a los pacientes sus nuevos derechos

El cumplimiento de la Ley de Muerte Digna de Andalucía no es sólo cosa de los hospitales. Una persona que esté en los últimos momentos de su vida tiene que beneficiarse de los derechos que concede la ley en cuanto a eliminación del dolor, respeto de la voluntad del paciente e intimidad tanto si está en su domicilio como en, por ejemplo, una residencia de mayores. La ley no es sólo la retirada de un tratamiento que mantenga artificialmente la vida sino la atención directa a esos últimos momentos que se dan todos los días.

Por eso, la Unidad de Apoyo a Residencias del Distrito Sanitario Granada ha celebrado durante dos días un taller de Atención a los últimos días en el que se ha formado a 30 profesionales. "Es parte del programa de actividades formativas a profesionales de Atención Primaria y a personal de residencias, no sólo médicos sino enfermeros, psicólogos y trabajadores social que tienen que enfrentarse a diario a estas situaciones y que necesitan conocer la ley y tener recursos también para superar esos duros momentos", explica la coordinadora del taller, Raquel Díaz.

Según la coordinadora, "las últimas voluntades y el momento final de la vida son temas a veces difíciles de expresar por los pacientes y los propios familiares porque la muerte echa para atrás". Así, en el taller se enseña el abordaje multidisciplinar del duelo y de los cuidados al paciente, "que no son sólo cuidados paliativos en enfermos terminales sino también el control del dolor y los síntomas de la patología igual que en los domicilios o en un hospital". De hecho, las personas que están en residencias tienen el mismo derecho que las que están en hospital o en domicilios en cuanto a la ley de Muerte Digna.

En el taller se ha enseñado a los profesionales cuáles son los derechos que incluye la ley, cómo comunicarlos a las familias, cómo afrontar sus miedos personales y compartir las emociones.

"Lo que principalmente se intenta es que se respeten las decisiones de la persona. Muchos mayores que están en sus últimos momentos dicen claramente que no se quieren mover de las residencias para ir a un hospital, por lo que tenemos que tenerlos igual de cubiertos que si estuvieran hospitalizados. En cuanto a las familias, la petición es que no haya dolor o angustia y que se traten los síntomas para evitar sufrimiento", resalta Díaz.

Otro aspecto del taller es difundir el registro de voluntades vitales anticipadas, el que permite que los ciudadanos realicen un testamento vital en el que se indique su decisión para los últimos momentos de su vida. Según Díaz, en las residencias de mayores son muy pocos los que tienen hecho el testamento vital ya que es una herramienta nueva que todavía no se ha universalizado. En cambio, en las residencias de discapacitados sí aumenta el porcentaje de testamentos vitales.

"Las personas con una discapacidad y que tienen sus facultades mentales plenas sí tienen muy pensado su futuro y asumida su realidad y en las residencias especializadas el índice de testamentos vitales sí es alto", matiza la coordinadora del taller.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios