Granada

Un plan de austeridad con recortes de servicios externos y sin despidos

  • El CLM prevé reducir en 2016 las pérdidas del año anterior, cerrado con un déficit de 322.338 euros Espera beneficios en 2017

El Centro de Lenguas Modernas es una empresa, Formación y Gestión de Granada Sociedad Limitada, aunque con una única propietaria, que es la Universidad de Granada. Este supone que actúa con una cierta independencia económica, de modo que cuando daba beneficios consiguió aglutinar unas reservas que han permitido enjugar los resultados deficitarios de los últimos tres años.

En la última semana el CLM ha presentado las cuentas de su último ejercicio liquidado (2015), que continúa con la tendencia negativa. Las pérdidas han sido de 322.338 euros. Pero su director, Juan Sánchez, subrayó que hasta el momento esto no le ha costado dinero a la Universidad, pues se ha asumido con las reservas existentes del periodo de bonanza. Y su objetivo, con las nuevas estrategias marcadas, es reequilibrar las cuentas de los próximos años de modo que el centro vuelva a los números en verde a partir de 2017.

"Este año 2016 seguramente volveremos a dar pérdidas, pero el objetivo es reducirlas para abandonar definitivamente esa tendencia al año siguiente", explicó el responsable del CLM, que llegó al cargo en octubre con el objetivo de dar un lavado de cara a esta empresa de importancia estratégica para la nueva rectora de la Universidad.

Durante 2015 el CLM obtuvo unos ingresos de 4,6 millones de euros, que es muy ligeramente superior a la del año anterior, pero el peor dato es que la cifra de negocio disminuyó un 2,86%. El gasto fue la suma de los 3,4 millones en personal y otros 1,3 millones de gastos de explotación, la mayoría servicios exteriores.

Es en este apartado en el que el centro está centrando su estrategia de austeridad desde este mismo año, algo que el director espera que sea clave para comenzar a mejorar los resultados económicos.

La idea es prescindir de todos los servicios externos que se estuvieran contratando y que puedan asumirlos los propios trabajadores del CLM. Un ejemplo es la jardinería y mantenimiento del edificio Kenia, en el Realejo, donde se imparten cursos del centro. Ahora ese trabajo lo asumen trabajadores de la plantilla de servicios.

Desde octubre 2015, según explicó Sánchez Fernández, se están revisando también todos los contratos externos para, en el caso de que no sea posible prescindir de ellos, rebajar su coste y adecuando los precios que se pagan a las circunstancias actuales del mercado. "Cuando llegamos vimos que se pagaban muchos precios precrisis", agregó el director.

A diferencia de otras instituciones, en las que las soluciones a la crisis se han basado en la reducción de los costes internos y la externalización de servicios, en el Centro de Lenguas Modernas la estrategia ahora es inversa. La idea es tratar de prescindir de los proveedores de fuera cuanto sea posible y dar más funciones a la plantilla actual.

En la memoria de las liquidación de cuentas de 2015, la empresa especifica que no hay ninguna previsión de partidas económicas futuras por indemnizaciones porque no se contemplan despidos. Esto supone un cambio de rumbo, pues la crisis y las pérdidas llevaron al CLM a emprender unos ajustes de personal en años anteriores que abrieron en el centro una batalla laboral sonada, con manifestaciones y protestas públicas.

El nuevo gobierno de la Universida de Granada parece querer mantener la paz social mediante el cambio de estrategia.

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