EDUCACIÓN HOY

Una aventura de pequeños emprendedores

  • Los alumnos de cuarto del colegio Alquería desarrollan su pensamiento creativo a través de un proyecto orientado al mundo empresarial

Los nuevos movimientos educativos apuntan hacía la necesidad de innovar, de ser más creativos y buscar nuevas formas de motivar a los futuros adolescentes. El debate sobre los nuevos modelos de educación está abierto a escala nacional y muchos de los docentes se han puesto manos a la obra. De hecho, ya se percibe esa inquietud de algunos maestros por proporcionar una educación que se ajuste a la realidad actual, basada en ofrecer oportunidades y experiencias innovadoras que propicien el aprendizaje de un modo natural y centrado en el interés y acción del niño. Las nuevas teorías sobre la educación del siglo XXI apuntan a un cambio y una nueva manera de entender la enseñanza como indican filósofos y pedagogos como José Antonio Marina; psicólogos como Gardner con su Teoría de las Inteligencias Múltiples o maestros como César Bona hacen un llamamiento a la educación emocional, para aprender a gestionar las emociones. Y, sobre todo, a que los alumnos se sientan implicados en la clase y participen en la sociedad.

Esta necesidad de reinventar y redescubrir nuevas formas para el proceso ensañanza-aprendizaje son parte del motor de una revolución que cada centro adapta e incorpora a sus programaciones, en mayor o menor medida, y siempre con la mirada puesta en los contenidos y objetivos marcados por la legislación actual. En este contexto, el Colegio la Alquería de Granada es un ejemplo de esos centros que se caracteriza por un método de trabajo innovador que requiere de la implicación del alumno, de la familia y de los docentes, en una misma causa. “Este es nuestro éxito educativo”, asegura Jordi Perea, director de desarrollo y marketing del centro, que sostiene que “partimos de la premisa de que un alumno motivado es un alumno que aprende. Es decir, que nuestro equipo docente tiene la responsabilidad de enseñar a los alumnos a construir su propio aprendizaje con su guía, que desemboca en un proceso de enseñanza aprendizaje en el que el alumnado se siente partícipe del mismo y, sobre todo, motivado”. 

 

Con interés, curiosidad y motivación se puede aprender de todo. Y así, surgen muchos de los proyectos que se desarrollan enlas aulas de los centros que trabajan con esta metodología. Sólo es preciso que alguien de esa terna (alumno-familia-docentes) tenga algo que enseñar ointerés pormostrar, sí el proyecto cuaja solo es cuestión de ahondar y adentrarse en el divertido mundo de ese nuevo trabajo del que todos aprenden, no sólo los más pequeños.

PROYECTO EMPRENDE

El mundo de la empresa trasladado al aula, fue la idea inicial del Proyecto Emprende realizado por los alumnos de 4º de Primaria del colegio Alquería. La iniciativa surgió de dos padres –Luis M. Molina, catedrático y coordinador del Programa de Doctorado en CCEE y Empresariales, y Juan Viñas, hasta hace unos meses director de Marketing de Puleva y actual asesor de empresas–; ambos interesados en desarrollar la temática concreta en la que son Laura Justicia, encontró la conexión entre el  interés de los adultos con el área de aprendizaje recogida en el programa de los alumnos. Y así surgió el Proyecto Emprende, cuyo objetivo sería “iniciar en el desarrollo del pensamiento creativo orientado al emprendimiento, siempre desde un planteamiento lúdico y divertido, de forma que la propia ilusión y motivación de los escolares por inventar o crear, fuesen el motor principal del propio trabajo” explica Justicia.

Ser emprendedor requiere ser original, creativo, innovador y tener empatía e iniciativa; cualidades que serán necesarias en la edad adulta para conseguir metas laborales y que las nuevas metodologías educativas fomentan. Con unas orientaciones generales los alumnos de cuarto curso del centro Alquería trabajarían en seis grupos con la idea de elaborar un producto, a la vez que tendrían que desarrollar una estrategia para su comercialización en la Feria de Emprendedores Alquería, en la que se implicaría a toda la comunidad educativa; además, los pequeños emprendedores tendrían que exponer sus productos ante un grupo de inversores, un juego muy ajustado a la realidad. 

De este modo, a través del desempeño de roles, los escolares se adentrarían así en el fascinante mundo empresarial. Durante un par de meses cada grupo se ha  implicado en su proyecto a través del diálogo y el trabajo cooperativo y en equipo –elaborando una marca comercial, una estrategia de comunicación, un logotipo, slogan (en inglés), web corporativa, anuncios de televisión y cartelería para difundir su idea–. El resultado han sido seis productos a cual más atractivo. Libros personalizados,

botas 3 en 1 (con las que puedes  andar, escalar y patinar sobre hielo), un Festival de música moderna para niños, artículos de viaje para maximizar el espacio (botella separa líquidos y pintalabios de cuatro colores), mochila-bolso cargador de aparatos electrónicos y puerta de acceso para el Ratón Pérez.

FUERA DEL AULA

El Proyecto Emprende llegó a su fin con la puesta en escena de los alumnos emprendedores ante un grupo de inversores. Una actividad que formaba parte del juego con el que el aprendizaje de los alumnos salía del aula y del centro. En este caso, el escenario elegido y proporcionado fue la Cámara de Comercio de Granada, un lugar donde se cuecen muchas iniciativas empresariales y en la que residen grandes emprendedores. Y así, entre nervios e ilusiones, llega la última prueba de aprendizaje, la exposición de las excelencias de sus productos ante un grupo ficticio de inversores de importante nivel –compuesto por Luis Aribayos, secretario general Confederación Granadina de Empresarios, Joaquín Rubio, gerente de la Cámara de Comercio; María Aguilera, directora general de Negocio de Covirán; Gabriel Martín, Plan Excel; Jorge Justicia, LexSubasta.com; José  María Ogando, Ingeniero Agrónomo; Mar Fuentes, coordinadora de Emprendimiento de la UGR; Leo Gutiérrez, vicedecano de la Facultad del área de relaciones con empresas y emprendimeinto; Toñi Ruiz, Catedrática Dirección Estratégica y Francisco Donaire, director Comercial del diario Granada Hoy–.

El objetivo fue convencer a este grupo de expertos de las genialidades de su idea. Una tarea con la que los alumnos aprendieron “a gestionar emociones ante situaciones nuevas y que implican cierta exigencia”, subraya la tutora del grupo, Laura Justicia, y añade que “la vivencia de esta situación y su forma de afrontarla, así como la puesta en escena de la competencia lingüística a la hora de expresarse de modo oral ante el público, enriquece un proyecto que trabaja transversalmente distintas áreas de aprendizaje”. 

Lo cierto es que experiencias pedagógicas como ésta, sitúan a los menores en espacios reales donde cualquier proyecto es toda una aventura, que pone de manifiesto que emprender no sólo es cosa de mayores. 

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