Atentos a los colores porque en unos meses marcarán la diferencia entre no pagar, pagar y pagar mucho por aparcar en la ciudad. La clave está en el verde y el naranja, que a su vez pueden incluir el azul. El nuevo Plan de Movilidad del Ayuntamiento de Granada ha dividido la ciudad en tres zonas. Tal y como establece el mapa de la derecha, el centro y el Albaicín (verde) se han quedado para residentes, los alrededores (naranja) para residentes y zona azul y sólo partes de la zona Norte y La Chana (en blanco) son de libre aparcamiento. 

Este fue el planteamiento inicial de un proyecto que cambiará por completo la fisonomía del tráfico de la ciudad y que ha quedado algo tamizado tras la avalancha de alegaciones recibidas (más de 500). Los comerciantes y hosteleros han sido los que más cambios han introducido al documento ante los perjuicios que, calculan, tendrá para el sector la limitación a los residentes de las plazas de aparcamiento. De ahí que el área de Movilidad haya decidido introducir zonas azules en la mancha de calles verde. 

En las zonas naranjas, asignadas prioritariamente para residentes, también se habilitarán zonas azules y aparcamientos gratuitos, siempre que los vecinos lo autoricen al entender que hay plazas de sobra. La delimitación de este laberinto de colores se hará a propuesta de los propios vecinos en comisiones que comenzarán a funcionar en los próximos meses. El primer análisis de la situación hace pensar que por muchas vueltas que dé el conductor, al final le va a tocar rascarse el bolsillo cada vez que arranque y mueva el coche. La concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, niega que esta medida tenga afán recaudatorio y anuncia que la zona azul será más barata y dará la posibilidad al conductor de dejar el coche estacionado en esta zona limitada por más horas (hasta 5, frente a las dos horas actuales). "Con la llegada del Metro y la reforma de ciertas calles, Granada se ha quedado con unas 1.250 plazas de zona azul, pero antes teníamos unas 2.000, que son algo menos de las que tendremos cuando se implante el Plan de Movilidad", apuntó la concejal para rebatir los argumentos recaudatorios. 

Ante este maremagnum de colores ¿cómo sabrá el conductor qué desembolso tendrá que hacer por aparcar en determinada calle?. Según la concejal de Movilidad, no habrá dudas posibles, pues a partir de este año comenzarán a pintarse las calles con los colores que se reproducen en el mapa. Las que se decida que sean zona ORA también lucirán la pertinente línea azul advirtiendo del coste de la maniobra. "El sentido recaudatorio es mínimo, son los intereses comerciales y vecinales los que mueven este proyecto", alegó Ruiz. Pero no se fíe de los colores, porque no son inamovibles. El plan debe ser revisado cada cuatro años y puede cambiar en función de la oferta y la demanda de plazas. El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Paco Puentedura, ve claro el afán recaudatorio del proyecto. "No es sólo que haya más zona azul, es que los residentes, que hasta ahora no pagaban, ahora tendrán que pagar por aparcar en su calle". El documento, con las respuestas municipales a todas y cada una de las alegaciones ya está listo para pasar por pleno. Será en la próxima sesión plenaria cuando el plan se someta a aprobación.