El asunto de las terrazas en los locales de ocio de Granada trae en jaque a todos los actores implicados en este conflicto: vecinos, empresarios y Ayuntamiento. Se trata de un problema que se viene arrastrando durante años en todas las zonas de marcha de la capital, pero ha sido a raíz del confinamiento o, mejor dicho, del ‘desconfinamiento’, cuando se ha agravado.
Con motivo precisamente de la pandemia, para tratar de compensar las pérdidas económicas que ha sufrido el sector de la hostelería en general, las normativas municipales en materia de ocupación de la vía pública de las terrazas se han relajado. Las miradas han sido laxas, pero tenían fecha de caducidad. Estarían así mientras durase el estado de alarma, esto es, hasta el 9 de mayo de este año. Así, se permitió a los locales de ocio, que legalmente no pueden tener terraza –solo los establecimientos hosteleros pueden tenerla–, que pusieran mesas en las calles.
Para esta fecha, la normativa municipal debería volver a ser la de 2019 y cumplirse a rajatabla, algo que no ha ocurrido. Es motivo por el que los vecinos de las zonas más conflictivos se han puesto en pie de guerra y han comenzado una serie de acciones reivindicativas con el objetivo de que se haga cumplir con la ley y puedan descansar.
Denuncias públicas y reuniones con grupos políticos al margen, el primer acto realmente visible que se decide llevar a cabo es el bautizado por la plataforma de Ganivet como el de las Noches en Blanco, consistente en colgar sábanas blancas en los balcones de esta calle y de sus colindantes que representan todas las noches en blanco que han pasado estos vecinos sin dormir.
Este movimiento se planificó de cara al puente de la Hispanidad. Se inició el viernes 8 y duró hasta el martes 12. Además de las telas blancas y otras pancartas, la iniciativa se completaba con una serie de caceroladas, una por día, desde las 23:50 hasta las 23:55 horas. Todo ello con el objetivo de lograr la reacción del Ayuntamiento de Granada para que retirase las terrazas ilegales.
En la misma mañana del viernes 8, desde el Consistorio, la concejal de Seguridad Ciudadana, Raquel Ruz, y el jefe de la Policía Local, José Antonio Moreno, anunciaron las medidas de seguridad para el puente y adelantaron que ya habían apercibido a 16 establecimientos para retirarles las terrazas si no se ponían al día con respecto a la normativa.
Pasado el puente, tras el movimiento de las Noches en Blanco y tras unos datos de ocupación en Granada similares a los de 2019, el Ayuntamiento de la ciudad procedió el pasado miércoles a retirar las terrazas de cuatro locales de ocio de la calle Ganivet y su entorno.
Además, otro de los movimientos que se enmarcan dentro de esta ‘batalla de las terrazas’, fue una reunión mantenida ayer por la mañana de la concejal Raquel Ruz con los empresarios de la zona de Ganivet. La edil comentó que “hemos iniciado una reunión hoy a las 8:00 horas para ver cómo vamos a trabajar a futuro y nos van a hacer unas propuestas para equilibrar el desarrollo económico con el descanso de los vecinos, ha sido una reunión constructiva donde se han hecho aportaciones que van a ser consensuadas con todos los grupos políticos”.
La edil socialista adelantó que “una de las propuestas es crear una comisión mixta entre vecinos, empresarios y el Ayuntamiento para poder llegar a este equilibrio necesario para la ciudad. Otra de las propuestas han sido vigilar más las zonas de esperas o control exhaustivo de aforos”.
Con este movimiento ajetreado y focalizado en la zona centro, los vecinos de la zona de ocio de Pedro Antonio de Alarcón, especialmente la unión de comunidades de propietarios de la calle Sol, han alzado también la voz, posiblemente por eso de que ‘el que no llora, no mama’.
El representante de esta unión de comunidades, Francisco Martínez, informa a Granada Hoy que “además del problema que podamos tener del botellón el a calle y de la concesión de algunas terrazas que entendemos que se han concedido a los pubs por el tema de la pandemia, porque según la norma los pubs no pueden tener terraza, solo los locales de restauración, denunciamos que en los locales de calle Sol se vende alcohol para consumir en la calle, lo que es ilegal”.
Francisco Martínez se queja de que “se sientan en la puerta de nuestras casas a bebérselo y, como la policía no multa ni a público ni a locales, hacen lo que les da la gana”. Esto, les genera mucha inseguridad y “tenemos miedo de entrar en sus casas, incluso nos increpan si nos asomamos a las ventanas”.
El vecino del distrito ronda denuncia que “desde el mes de julio que sufrimos un apuñalamiento en la calle Sol 13, ha habido unos cuanto más, mientras que en Ganivet se están librando de este tipo de comportamiento, donde parece ser que no han llegado a las armas”.
El representante de esta unión demás señala que “los vecinos del entorno de Sol tuvimos una reunión hace unas semanas con el jefe de la Policía Local y con Raquel Ruz y le dijimos que lo único que queremos es que se cumpla la norma, que se está incumpliendo”.
Según Martínez “se comprometieron a estudiar el asunto y entiendo que en Ganivet la cosa ha apremiado más porque aquella plataforma es más fuerte y han tenido que intervenir rápidamente y en nuestra zona no”. Pero el representante de los vecinos apunta que “no creo que haya un agravio comparativo, incluso hemos apoyado el tema de las sábanas para hacer fuerza común y, lógicamente, la visibilidad que tiene lo vecinos de Ganivet no la tenemos nosotros, no tenemos esa fuerza”.
Sin embargo, Francisco Martínez matizó que “espero que esto sea el principio de la intervención, porque hay que empezar por algún sitio, y a mí me interesa que sigan y que nos toque a nosotros”.
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