Granada

Más caballos que toros en la corrida de rejones

  • Andy Cartagena, Diego Ventura y Leonardo Hernández salieron a hombros por la puerta grande en la primera del abono

GANADERÍA: Se lidiaron tres toros de José Benítez Cubero (primero, tercero y sexto) y otros tres de Pallarés (segundo, cuarto y quinto), desiguales, justos de fuerza y parados con poca transmisión. El sexto, manejable. REJONEADORES: Andy Cartagena, rejón, Dos orejas; y rejón contrario, dos orejas; Diego Ventura, tres pinchazos, rejón y descabello, palmas; y rejón, dos orejas. Leonardo Hernández, pinchazo, dos rejones y descabello, silencio; y rejón trasero y contrario, dos orejas. Incidencias: La Plaza de Toros de Granada registró un tercio de entrada en una tarde de agradable temperatura.

Está claro que no fue el día indicado para la corrida de rejones, generalmente con un público fiel con el toreo a la jineta y que ayer no acudió como se esperaba a la plaza de toros en la primera corrida del abono del Corpus. No sabemos si habría ido mejor el jueves o el domingo de cierre, pero lo cierto es que un tercio de plaza es muy mal bagaje y peor augurio. Hoy y mañana se produce un parón en la feria taurina y esperamos que la gente se anime en taquilla, porque el cemento no es el mejor aliado del espectáculo ni lo más animoso para el empresario José Jesús Cañas.

Lo visto ayer no fue de lo más emocionante que se pueda ver en un ruedo, los toros de Benítez Cubero y de Pallarés no pusieron el vello de punta ni encogieron los estómagos, de hecho, sólo un rejón de castigo y a banderillas. Menos mal que al menos los tres cinqueños tuvieron echuras, pero poco más, y aunque segundo, tercero y sexto tuvieron algo más de recorrido, el resto pecó de blandura y soserío, parándose y obligando a los tres rejoneadores a recurrir, a veces con excesos, a los alardes en los caballos, no siempre con demasiado sentido, pero sin duda con el ánimo de agradar al respetable.

Las tres puertas grandes demuestran la generosidad de un público que agradece gestos y esfuerzos, pero también que los trofeos no son siempre el epílogo de emociones y faenas vibrantes, si no el premio, a veces excesivo, a la disposición del rejoneador. Es cierto que los tres torearon con un temple que a veces resultó exquisito y que lucieron todos sus recursos y voluntades cuando el toro escondía la suya.

Con cuatro orejas resultó triunfador Andy Cartagena, que aunque no realizó faenas redondas, tuvo la virtud de la variedad y además mató a la primera, cosa que el público premia sin restricciones. Su primero tardaba en entrar en faena, pero fueron suficientes los quiebros con Magno y las tres banderillas cortas y la rosa con Bisbal para obtener los trofeos. En el cuarto, la faena resultó algo sosita ante un animal parado, pero con Pericalvo lució su popular balanceo, pero no había toro. Cerró con Bisbal y tres cortas una faena que acabó por contentar al tendido y remató bien.

Diego Ventura, tras intentar el toreo serio y de lejos en banderillas con Pegaso, recurrió al espectáculo con Ordóñez, provocador, con dominio, piruetas de salida y clavando en lo alto, pero mató mal tras rematar un par a dos manos y tres rosas. El quinto fue un toro parado, pero Ventura no estaba dispuesto a irse de vacío. Con el temple de costado a lomos de Nazarí y los pares de banderillas a dos manos, incluida las cortas, de las que también clavó tres sueltas, con Califa, le bastaron para completar una labor variada y que gustó.

Leonardo Hernández estuvo muy en torero toda la tarde, procuró hacer las cosas con verdad y clavar sin ventajas. Al estribo con Xarote en el tercero y cerró con Cairel en la rosa, pero no remató con el rejón. Muy templado en el sexto, tuvo el mérito de medir en banderillas y citar de cerca aguantando la embestida para que el toro sirviera, sobre todo con Quieto, con el que lució piruetas de salida vibrantes.

Por cierto, se debería acabar con la fea costumbre de poner el sombrero cordobés al toro, ya que es un acto de poco respeto hacia al animal, y lo digo por Andy Cartagena y Diego Ventura, que lo hicieron en el primero y quinto toro. El animal, ya que está mermado, merece mejor consideración.

Hoy, a las 20:00 horas, en la Casa de los Tiros, el antiguo cirujano jefe de la plaza de toros granadina, José Sánchez Ortiz, recibirá el homenaje de los aficionados.

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